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lunes, 19 de marzo de 2012

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—Manuel, lo que te voy a proponer es sencillo.
—¿Qué quieres que haga, qué se te ha ocurrido esta vez?
—Para ti, fácil, muy fácil, solo quiero que te asomes a la ventana y me describas todo lo que veas.
—¡Nada más! Realmente eres el único profesional de este sitio que consigue sorprenderme. Me voy a apoyar en la ventana. Empieza a escribir querido “Freud”: hay un soberbio jardín, se nota que es primavera, el césped tiene un hermoso color no hay ni una hierba más alta que otra y las rosas que bordean el muro están en todo su esplendor. En el extremo las de color más fuerte, rojo intenso, aún se perciben las gotas de rocío sobre algunas, y las más cercanas a nosotros, blancas, desde aquí parecen níveas sin ninguna mota que rompa su belleza, el sauce... ¿sabes? me provoca tristeza, parece que está llorando y este que albergáis aquí es el más llorón de todos. Sus ramas parecen manos que cubren sus ojos arbóreos e intentan detener el torrente de lágrimas que son sus hojas. Lleva tanto tiempo llorando que estas se arrastran por el suelo, no es el mejor árbol para este lugar, aunque debo reconocer que el cenador que habéis colocado bajo su hueco transmite tranquilidad.  En realidad todo el jardín respira serenidad visto desde aquí. Querido doctor, tienes una hermosa vista desde tu despacho ¿quieres que siga?
—No, Manuel, no hace falta, muchas gracias, ha sido verdaderamente relajante oír tu descripción.
—Bien, no sé si has notado unos extraños ruidos, es mi estomago, protesta, eso quiere decir que ya es la hora de la comida. ¿Nos veremos mañana?
—De acuerdo, a la misma hora.
—Hasta mañana, Luis, que pases un buen día.
—Hasta mañana, Manuel, lo mismo te deseo.

Luis observa como su paciente se acerca a la puerta  coge el bastón que hay en la silla, lo despliega y sale cerrando suavemente.



 
Publicado en El Microrrelatista el 28/10/2011

43 comentarios:

Diana de Méridor dijo...

Pobre hombre, tener que ver tanta belleza a través de los ojos de su paciente. Bueno, al menos ha encontrado una voz que se lo ha sabido describir muy hermosamente.

Feliz comienzo de semana, madame.

Bisous

Loli Pérez dijo...

Cuando belleza inventada supera a la real.
Ely, buenísimo el giro final y las descripciones se puede ver y oler.

Eres un hacha!!

Abrazos enormes

Paloma Hidalgo dijo...

¿Dónde he podido leerlo antes? Me encantó en su momento y ahora me vuelve a dejar la misma sensación, es muy bueno.

Un beso

U-topia dijo...

A veces, quién mira hacia dentro ve más que quién está cansado de mirar.

Precioso relato Ely.

Besitos!!

Anónimo dijo...

¡¡¡¡Cuanta belleza hay en el interior de las personas que ven con los ojos cerrados, que ven con el alma!!!!
Saludos
Mª Paz
A través de Loli P

Lola Sanabria dijo...

Hay videntes que no ven y hay ciegos con tanta sensibilidad que son capaces de captar lo que les rodea.

Giro final inesperado y eficaz.

Abrazos muy sentidos.

Miguelángel Flores dijo...

Un final de lo más inesperado, Elysa. Genial. Es cierto que hay invidentes que ven muchos más que muchos que no lo somos. Lo cual se resume en que saben disfrutar más y mejor de las pequeñas cosas que los que vemos ni tan siquiera miramos.
Un abrazo, Ely.

Javier Ximens dijo...

Sorpresa final. Dicen que es así, hay personas ciegas que sienten el paisaje por distintos sentidos, incluso el del recuerdo. De segunda lectura obligada, me alegro Elysa de que no tengamos muertos en el blog.

Sue dijo...

Jo, a poco no pillo el final! toy espesa.

Muy bueno Ely. Hace poco escuché a un nadador olímpico, ciego, que dijo que cuando tuvo el accidente no perdió la vista, sino que ganó la ceguera.

Besos.

mariajesusparadela dijo...

Cuántos sentidos hay que ven mejor que los ojos. Los videntes estamos ciegos del olfato, del gusto, del oído.

TORO SALVAJE dijo...

A pesar de todo tiene una mirada privilegiada.

Besos.

Cabopá dijo...

Es muy bueno, imaginar y describir no sólo es usar el sentido de la vista, es algo más...

Muy bien tramado y un final redondo te deslizas por la descripción y los diálogos tan sutiles de forma magistral.

Escribes y describes con aromas de primavera...
Besicos

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Me pasa igual que a Paloma, Ely, me suena de haberlo leído ya, pero no soy capaz de recordar cuándo fue.

El texto es de una belleza igual a la del paisaje que describe. La sorpresa final, que más que una cuchillada es una caricia, ayuda al lector a componer su historia, dándole la pieza clave del puzzle.

Destaca el tono sobre el que has vertebrado este texto de profunda hondura emocional.

¡Cómo me gusta leerte!

Biquiños.

Laura dijo...

Precioso Elysa. Ese bastón apoyado que no vemos al inicio del micro, lo sacas como una varita mágica para acallar nuestras dudas. No era un novelista, ni un fabulador, ni un poeta quien hablaba ...era una persona dotada para ser mucho más que todo eso, aunque no perciba la luz del día como nosotros lo hacemos.

Felicidades, yo no lo había leído pero me ha encantado.
Besos

Sara Lew dijo...

Recuerdo este relato. Es de los que se quedan en la memoria. Porque es muy bueno y muy bello.
Un abrazo.

MJ dijo...

Un texto muy cuidado para deleite de los que tenemos la suerte de leerte.
Te felicito, Elysa.

Un beso.

Nicolás Jarque dijo...

Elysa, ¡Cuánta sensibilidad! Muchos invidentes logran describir mejor un ambiente, un escenario o una situación que muchos de los que vemos.

Me ha recordado tu relato a Chejov, por la sencillez del mismo y por los mensajes que encierra el mismo.

Muy bueno. A continuar así.

Bessets.

CDG dijo...

Reconozco que me olía el final.
Reconozco también que más que un impedimento, ha sido un aliciento para el disfrute, porque como lector me he convertido en ciego que no leía esa descripción, sino que la escuchaba.
Un beso.

MariCari dijo...

Realmente es sorprendente lo que la imaginación puede describir, inventar, con cuánto realismo ¿verdad? Solo es necesario la imaginación y volamos... así anda el Jardín en estos días... imaginando... gracias por compartir amiga tus imaginaciones... perfecto!! Bss

Katy dijo...

"Lo esencial es invisible a los ojos" -Saint Exúpery-
No hacen falta nñas que los ojos del corazón para ver sentir y experimentar...
Tu relato de hoy me parecido tierno, sensible y lleno de matices.
Un beso y feliz semana

Arte Pun dijo...

Vaya Ely, sorprendente el relato, te deja pensando. ¿Quién era realmente el paciente? Distintas realidades según con los ojos que se mire, cierto. Y ese ver dentro, que casi coloca al jardín dentro del peronaje, con sus rosas, espinas y lágrimas.
Muy bueno. Un abrazo.

Anita Dinamita dijo...

Me ha encantado muchísimo!!! La descripción es realmente bonita y el final te deja pensando en como mirar el mundo.
Abrazos

Anónimo dijo...

Es muy tierno. Hay una historia que recibí por mail sobre un mendigo que pide con un cartel donde dice. Soy ciego, pero no recibe apenas nada, alguna gente le da las monedas que le estorban, la mayoría ni esas. El mendigo llora y pasa por allí un publicista...se sienta a su lado, toma el cartel, lo rompe y y escribe uno nuevo. Se va. La gorra del mendigo empieza a llenarse y finalmente se atreve a preguntarle a una mujer que es lo que pone en su cartel. Ella responde:

"Hoy empieza la primavera y yo no puedo verla"

Tú cuento me lo ha recordado :) y hoy empieza la primavera. Un beso, Ely

Juan Ojeda dijo...

Y ya una descripción tan intensa podría ser un micro en si misma; me he ido con esas hojas cayendo como lágrimas, en un otoño de colores que conforma ese llanto del sauce. Un árbol al que no es difícil hallarle posturas humanas. O viceversa.

Precioso, justo a mí que siempre ando entre pupilas rodantes; cuantas formas de ver, cuantas formas de ser,

Un abrazo del sur.

Pd: Me encantó la entrada de Ximens, una forma genial de acompañar a aquellas personas que comentan las entradas. Celebro que me compartieras este hondo despliegue de talento.

Susana Camps dijo...

Creo que ya te lo han dicho todo, porque como siempre paso tarde, pero quiero decir que a mí también me ha sorprendido el final, y que me parece de un gran valor poético por lo que tiene de homenaje a la creación y al mismo sentido de la literatura. Todos somos un poco ciegos proyectando nuestra visión subjetiva de las cosas. Creo que en tus últimos textos hay esa visión reflexiva, desde fuera de la literatura (como en el del escenario), y me gusta mucho.
Un fuerte abrazo.

Dorothy dijo...

Conociéndote, ya me imaginaba yo que uno de los dos no veía nada. En ti, algo tan hermoso siempre esconde una sorpresa al final. Me ha pasado como a tu personaje, que casi he olido las flores.

Un beso

Miguel Baquero dijo...

Me gusta cómo ese bastón desplegable al final explica todo el relato. Es lo que más me gusta de los micros: el elemento contudente al final que da un sentido distinto a todo

Mar Horno dijo...

Muy bien el final. La descripción del jardín es preciosa. La visión del corazón es el sentido más importante. Te leo menos de lo que quisiera. Un beso.

Rosa dijo...

Este es de los que no se olvidan Ely. Y no lo había olvidado...Fabuloso.

Besos desde el aire

Karras dijo...

Una autentica preciosidad Ely. Me ha encantado tanto la descripción como el inesperado final. Por cierto, El cenador/templete de la ilustración corresponde al "Jardín del Principe" de Aranjuez En ese lagito hay otro en madera también muy bonito y el sauce ya no existe, en su lugar hay un enorme Taxodio digno de contemplar. Un besazo.

Citizen_0 dijo...

Se ve más cuanto menos se mira. Tu Doctor es muy sabio, sabe cómo hacer ver a quien no puede, o hacernos ver que igual y somos nosotros los que no vemos en realidad.

La percepción y la memoria nos pueden dibujar escenarios muy distintos cada vez que intentemos construirlos.

Muy sensible, si señor.

Un saludo.

Gala dijo...

No hay mejor modo de describir tanta belleza que poder hacerlo con más de un sentido.
Ser invidente no es impedimento a veces para ver la belleza.
Hay cosas que sólo ellos pueden apreciar.
Que final más inesperado.
Que labor tan bella la de este descriptor de paisajes.
Tal vez no lo sabe, pero hace absolutamente feliz al otro.

Que grande eres mi niña!

Besitos mediterráneos.

Elena Casero dijo...

Yo también llego tarde pero a tiempo para decirte que me ha gustado mucho. Con final inesperado y una descripción magnífica del jardín.

n beso

Zamarat dijo...

Qué bonito! La prueba de que no siempre los que podemos ver lo hacemos como deberíamos.
Me ha encantado! Abrazo!

Carm9n dijo...

He de reconocer que el final me ha descolocado.... como tú pretendías, intuyo.
Besines, guapa!

Manuel R. dijo...

Buenísimo buenísimo buenísimo. Me ha encantado Elysa. De lo mejor que he leído en cuestión de cuentos desde hace mucho tiempo.
Un abrazo.

Ximo Segarra "ACAPU" dijo...

Sin imaginación no seríamos nada, o, por lo menos, no seríamos nada habitable. Sin duda Luis es un buen terapeuta, y el paciente sabe mirar dentro de sí mismo.

Y, sin duda, tu relato es precioso, me ha gustado sobre todo la ternura que transmite.

Besos :)

mientrasleo dijo...

Impresionantes descripciones, me ha encantado el dúo ilustración texto.
Muy expresivo, mirar por otros ojos... todos lo hemos hecho alguna vez.

Manu Espada dijo...

Como ya te han dicho, un final con bastón estupendo y una descripción genial, como un síndrome de Stendald de la imaginación. Besos.

Enmascarado dijo...

Me quedo con la boca abierta Elysa, has montado una historia preciosa.
Bien se dice, que todo varía según el color del cristal con que se mire.
A veces hace falta un ciego para mostrarnos lo que tenemos y no vemos.

Me quedaré también yo aquí para leerte.

Besitos.

Laira dijo...

¡Guau! es genial, la escena me la imagino a la perfección, me provoca tristeza y no se porque.
Escribes de 10.
Besos.

María dijo...

me tienes en vilo, atenta a cómo va a ser el desenlace... Y SIEMPRE ME SORPRENDES!!!!!!!

lei no se dónde que cuando pierdes uno de los sentidos, los demás se agudizan muchísimo para suplir la carencia...

que bonito lo que escribes

un beso enorme

Daviblio dijo...

Es mucho mejor ver lo que uno quiere ver. Algunos pensaremos que eso es vivir en la fantasía, pero... ¡qué bonito sería tener un prisma vital tan profundo y bello!

Espero que sigas mejorando de tu brazo. Un besazo!