Contemplé su agonía con una mezcla de respiro y displicencia que su ausencia de veinte años me habían concedido. Durante todo ese tiempo fui capaz de gobernar y mantener Ítaca. Por el día trabajaba en el sudario que había prometido tejer para mi suegro Laertes, así contenía la rapiña de los ciento ocho pretendientes que codiciaban mi reino; por la noche deshacía parte de la labor de la jornada. Fue una buena artimaña para entretenerlos.
No fueron las infidelidades de Ulises las que me llevaron a envenenarle, tanto tiempo lejos de casa disculpaban esa nimiedad. Mi añorado esposo no fue capaz de entender que cuando alguien paladea el poder ya no puede prescindir de ese placer. Devolverme a la cocina no fue una buena idea.
35 comentarios:
Vaya con Ulises. Y yo pensando que era un tío listo. En fin. Mala suerte.
Sobre todo para él. Y, desde luego, bien merecida.
Jobar como se las gasta la señora. ¿No podrían haber llegado a un acuerdo?. Supongo que esta sería la gota que desborda el vaso sumada la placer del poder. Un beso
Me gusta esa liberación del machismo reinante en aquellos días y estas noches. No me esperaba el final, claro. Me alegro de tu regreso a este lado del espejo. Besos de tu familia en VK
jojojojojojo, una interpretación muy sabia, Elisa. Se podría aplicar a todo aquel que tenga hecho ya el culo al trono XD
Besos!
¡Ay con dos narices! Sí señora, creo que este giro bien vale un reino!!! Bss... y me gustó tanto como bordar con bastidor!!!
Y seguro que Telemaco ayudo a su madre para quedarse con el arco ¿Verdad? jeje
Me ha gustado mucho.
Un besazo.
Buen relato.
A quien se le ocurre.
Este Ulises...
Besos.
Es un relato muy actual, aunque sus protagonistas sean mitológicos. Coincido en que no fue una buena idea, todo lo contrario, desterrarla a la cocina. ¿En qué estaba pensado el Ulises ese?
Bessets
F A B U L O S O!!!!!
Se las tenía merecidas, él se las buscó, ja ja.
Gran giro final.
Abrazos
Penélope se cansó de hacer y deshacer, mientras Ulises andaba de picaflor por el mundo...
Muy bueno!!
Un beso!!
Que tendrá el poder que todo el que lo prueba no quiere apearse de él.
Muy bueno Ely.
Besos desde el aire
Como decía mi abuelo, lo importante del poder es poder poder.
Excelente, Elysa. Como siempre.
Besos desde la torre de Hercules.
Qué bueno!
Sintético, limpio y con humor.
Tus micros son de órdago.
Besos.
Entiendo a Pe perfectaente.
Me queda claro que el final de tu micro lleva todo el peso argumental, el poder es el poder. Que poco aguante de Penélope, en verdad. Si el Odiseo sólo anduvo con Calipso, Circe y Nausicaa, nomás un ratito… y que conste que fue en contra de su voluntad. Él siempre quiso mucho a su Reyna, ella era “El altar” las otras sólo eran las capillitas. A ver ¿Quién nos dice, que esta Penélope no tuvo alguna compañía nocturna para ayudarle a destejer su trapo? O ¿con quien compartió después las mieles del poder?
Excelente micro Elysa.
¿Y quién no envenenaría por eso? ¡Jajaja! Muy bueno, Elysa.
Un abrazo.
¡Qué bueno, el giro final! Conciso, contundente y cómico. Creo que tienes muy buena mano con las frases finales. Es todo un don.
Besos.
Ay Penélope, qué engañados nos tenías! Sabía que era usted astuta, pero no tanto!
Feliz tarde, madame
Bisous
Veinte años de libertad femenina eran demasiados para tirarlos por la borda. Vaya con Penélope!
Abrazo!
Por cierto, te he dejado un premio en mi blog. Puedes pasarte a recogerlo cuando quieras. Abrazo!
Con un par la doña...
si es que no se puede desterrar a una señora a ningún lado.
Ulises se las creia bien felices con todas sus hazañas... pues mira, ahi queda eso!
Elisa.. un giro genial el de tu relato.
Me gustó mucho.
Besitos guapa.
Me gustó este relato, Ely. He leído los dos párrafos por separado, como si fueran micros individuales, y he sacado una interesante visión del conjunto.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Cara Elysa:
Realmente ha sido todo un acierto elegir esa imagen para acompañar el relato.
Explicas perfectamente como Penélope extiende su macabro manto del poder - lo mismo el poder real que el poder soñado - sobre el poder que no es justo. Por la ausencia de Odiseo conocerá el poder y el poder dentro del poder, sin importarle el canto vedado de las sirenas y el descenso a los infiernos que todo poder tiene y que hace caer a cualquiera en sus pegajosas redes...El mundo que abandonó Odiseo retorna en otro paisaje, si el que retorna es él, el problema es recuperar la posición de partida, del todo inaceptable...
Un beso.
Feminismo mitológico. Sigues en forma, veo... Un poderoso beso!
Joder. Con lo buena que fue Penélope en la historia original y cómo la hemos desprestigiado (me incluyo), ante la incredulidad de la fidelidad absoluta.
La frase final es un lujazo, Elysa. Besos.
Aupa Elysa!!
No crees que esto es demasiado duro? jeje
Ulises es un hombre, no peca a propósito... jajaja
Perdón por defenderle eh?
Muy buen texto!!
Abrazos!!!
¡vaya! no se me hubiera ocurrido darle este final a Penélope pero me gusta la idea y el desarrollo de este relato.
Un abrazo
Es curioso, después de tantos siglos, qué poco ha cambiado la historia. ¡Cuántas mujeres de nuestros días podrían hacer suyo este texto!
Genial.
Hasta la próxima.
Genial, Elysa. Cuentas mucho en tan breve espacio. Los personajes están sublimes, también el final: sorprendente.
Besitos
isa
Elysa, una versión que se suma al gran mito. Hace mucho aprendí que no hay sólo un mito, sino que cada reedición, cada versión se agrega y hace renacer el imaginario popular.
Excelente.
Besos.
HD
Buen Remake adaptado a la actualidad. Al fin y al cabo los personajes mitológicos han sido creados por humanos.
Hay cosas que no tienen perdón divino.
Muy agudo, Ely.
Besines a espuertas
L;)
Jolín con el maridito... Menos mal que Penélope no se dejó ningunear...
Saludillos
:)
Muy bueno. Cuadra perfecto con la explicación que una vez me dio un profesor sobre la Odisea: "Es la excusa que le puso Ulises a Penélope para pasar tantos años fuera de casa con sus amigotes".
Pues eso.
Un besazo
Yo siempre lo he dicho "la cocina es una fuente inagotable de ideas"
Eso le pasa por no meterse los hombres de antaño en la cocina a trajinar. ja,ja,ja
besotes
Miguel
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