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lunes, 21 de noviembre de 2011

Recuerdos


Muchas gracias a Aurora Rua por el regalo de esta ilustración para Recuerdos, es el primero de mis textos que aparece en el blog con un dibujo especialmente concebido para el mismo.
Su gran sensibilidad e intuición han aportado con su ilustración una mirada más bella.
Os invito a visitarla pinchando en el enlace a su blog Maldelcap. ¡Aurora, muchas gracias! 

Ilustración: Aurora Rua
 
La mañana es clara, el cielo despejado, limpio de nubes. El hombre lleva de la mano a la niña, caminan despacio, no se oyen sus pasos amortiguados por el blando pasto, no tienen prisa, sus ojos fijos en la suave colina hacia la que se encaminan.
—Papá... ¿falta mucho? —dice la pequeña, echando hacia atrás su cabeza para mirar la cara del hombre.
—No, ya estamos —responde el padre, flexiona sus largas piernas para poner su rostro a la altura de la niña —Vamos a caminar unos pasos y cuando yo te diga nos tumbamos los dos en el suelo y empezamos a gatear ¿vale?
—¿Cómo los niños pequeñitos? —exclama la morena chiquilla, con cara de sorpresa —¿a qué vamos a jugar hoy?
—¡Ah...! eso no te lo puedo contar, se rompería la magia y no queremos que eso pase ¿verdad? —dice el hombre, con una amplia sonrisa que abarca todo su rostro —Es muy importante que estemos callados y no hay que hacer ningún ruido, tú sígueme y haz lo mismo que yo ¿de acuerdo?
La chiquilla asiente y sonriendo a su padre acerca su diminuto índice a los labios en un mohín de entendimiento. Vuelven a darse la mano y caminan muy despacio. Apenas han recorrido unos pocos metros cuando el padre indica a la pequeña con señas que ya ha llegado el momento de gatear.
—Tenemos que ascender hasta ahí —susurra el hombre, mientras señala la cima de la colina.
Ambos gatean lentamente sobre la hierba, poco a poco alcanzan la cumbre.
—Mira hija, mira... ¡qué maravilla! —exclama el padre, mientras muestra con su mano el pequeño valle que se extiende ante sus ojos.
No hay respuesta a las palabras del progenitor, en la cara de la criatura se refleja un completo y maravilloso asombro, sus grandes ojos pardos están totalmente abiertos con una expresión de absoluta incredulidad. El hombre la contempla con una sonrisa donde se mezclan la alegría y el orgullo, no puede quitar la vista del rostro de su niña disfrutando de ese momento.
—¿Verdad... qué es hermoso?
—¡Papá es... es... es …! ¡es precioso! ¡es mágico! ¿son de verdad?
El padre no puede evitar una sonora carcajada, mientras su mano revuelve los rizos negros de la niña.
—¡Claro que son de verdad!¡míralos bien, disfrútalos! Ahora voy a silbar para que los veas correr —exclama el hombre, acercando sus dedos a los labios emite un poderoso silbido.
El intenso pitido rompe el silencio del valle, los caballos que pastan en él elevan sus cabezas oteando el ambiente. Durante un segundo nada se mueve, de pronto todos los magníficos cuadrúpedos corren siguiendo al primero de la manada que se pone en movimiento, responde a la atávica necesidad de poner a salvo a sus congéneres del extraño sonido que ha roto la idílica paz del valle. Corren sin dirección atronando con sus poderosas pezuñas la tranquilidad de la hondonada. Poco a poco los esplendidos animales van tranquilizándose y todo vuelve a la normalidad.
Ajenos al transcurso del tiempo hombre y niña contemplan en silencio los movimientos de los soberbios equinos. Cuando el resplandor de la luna empieza a insinuarse se miran con una sonrisa de entendimiento, unen sus manos y emprenden el regreso a casa.























48 comentarios:

La Dame Masquée dijo...

Precioso, madame, un relato bellísimo, y con una colaboración de lujo hoy, como usted se merece.

Feliz comienzo de semana

Bisous

Rubén dijo...

Es difícil conseguir esa pieza de puzzle que encaja a la perfección para formar la imagen. Creo que es un lujazo ver este resultado, no podía ser menos.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Ely, con este relato consigues una voz cautivadora, que de forma pausada e intimista no sólol nos hace vivir la experiencia del padre y la niña, sino que nos genera la envidia sana de haber querido protagonizarlo nosotros.

Una historia intensa para la que te haría la misma sugerencia que suelo hacerte en las Terrazas. Si no sabes cual es, escríbeme y te cuento.

Un beso.

Miguel dijo...

Perfecta conjunción entre dibujo y texto,Ely.

Una prosa muy bien cuidada y mostrando de forma muy elegante un genial relato.
Me ha gustado conocer esta parte más bucolica y menos tetrica de ti.

Besotes

Miguel

Nerim dijo...

Un relato precioso, felicidades Elyely, me ha encantado, muy tierno.
y felicidades a Aurora Rua por la magnifica ilujstración que ha hecho para acompañar tan bello relato.

Un abrazo

Paloma Hidalgo dijo...

Una porción de ternura, otra de imaginación y otra de sentimientos hacen de tu relato un cóctel perfecto para soñar.

La ilustración es el complemento perfecto.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Que bonito, yo también he visto los caballos , Ely, y los ojos brillantes de mi padre, mucho más joven. Muchas gracias. La ilustración es magnífica

Un beso

Maite dijo...

Preciosa la ilustración para un cuento lleno de fantasía y buenas vibraciones. Un conjunto que nos lleva a soñar y a convertirnos otra vez un poco en niños lleno de ilusión.

Mercedes Pinto dijo...

Un relato realmente mágico, me ha fascinado tu manera de narrar esta sencilla pero fantástica historia. Y la ilustración, desde luego, está a la altura de las palabras.
Bonito posto.
Un abrazo.

TORO SALVAJE dijo...

Que delicia de relato.
Es de una placidez maravillosa.

Besos.

Sara Lew dijo...

Cuánta magia! Bella conjunción.
Texto e ilustración, preciosos.
Un abrazo.

Nel Morán dijo...

Me recuerda cuando era chaval e íbamos al Sueve, un monte al lado de la mar, donde viven los asturcones, caballos salvajes asturianos (pequeños y rechonchos), y les gritábamos para que salieran escopetados. Precioso (dibujo e historia).

Blogsaludos

Javier Ximens dijo...

Hermosísimo viaje de iniciación. Consigues mantener el suspense. Los diálogos son creíbles. Consigues que les veamos en ese ascenso. Además, sospecho que está basado en experiencia real. Y es cierto, Elysa, el dibujo de Aurora es un lujo
Ablacc: Si el cielo está despejado quizás sobre el limpio de nubes (jeje). Creo que no es el primero en tu blog (Cienmanos).

RaulAQ dijo...

Un cuento precioso, me gusta como eres capaz de expresar la dulzura de la niña.
sobre el dibujo; como ya sabes otra de las cosas que me gusta es dibujar, y cuando veo una ilustración así lo único que tengo es envidia.
Mis felicitaciones a las dos.
Un besazo.

Ximo Segarra "ACAPU" dijo...

Lleno de ternura, este relato es una invitación a volar. Y a soñar. Muy buena combinación la que habéis conseguido.

Un abrazo

Nicolás Jarque dijo...

Elysa, que bonita historia familiar y muy tierna. Sin duda es un gran espectáculo contemplar en plena naturaleza a unos caballos salvajes, y más de noche.
Me encantó y la ilustración es ideal.
Bessets.

mariajesusparadela dijo...

Es una preciosa historia. Pero me gusta más saber que , a mi voz, mis caballos corren hacia mi...

Gala dijo...

Precioso...
Conocí a Aurora gracias a ti... cuando ilustró el cienmanos y vine a tu casa...
Le pedí prestado algun dibujo de los suyos.. es mágica.. tiene unos dibujos preciosos, a mi, personalmente me encantan , además es una persona genial...

En cuanto a tu relato...que puedo decirte Ely...tierno y dulce como solo tú sabes hacer...

La composición de ambas os quedó genial, así que, felicidades a las dos..

besitos mediterráneos.

Juanlu dijo...

Una maravilla, me he sentido junto a mi niña viendo los caballos.

Besos!!!

Rosa dijo...

Que cosa tan bonita Ely!!!
Mágica historia nos dejas hoy para disfrutarla despacio y acompañada de una preciosa ilustración.
Enhorabuena a ambas!!!

Besos desde el aire

Alberto Proset (Ojodegato) dijo...

Es un cuento muy bonito.
Los caballos son unos animales que tienen una mezcla de fuerza y belleza que atonta.
El dibujo es el reflejo perfecto de las emociones que transmite el texto.
Enhorabuena a las dos.

Unknown dijo...

Ay, qué alegría!! Me acabo de sentar ahora, después de un día complicadillo y no sabéis que "subidón" al leer vuestros comentarios. Muchisimas gracias a todos, y en especial a Ely, por confiar en mi para ilustrar un recuerdo tan especial.
Un fuerte abrazo para todos,

Katy dijo...

Preciosa ilustración que recoge perfectamente los sentimientos que trascienden el texto.
No sée porqué al leerte me ha venido la imagen de los lagos de Covadonga donde contemplé por primera vez una manada de caballos salvajes.
Bss

barbaria dijo...

Qué hermosos los descubrimientos que nos ayudan a ver los ojos más expertos.
Hermoso relato y hermosa ilustración.
Felicidades.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Elyely, muy bonito tu cuento, muy tierno. ¡Qué alegría que una ilustradora como Aurora te ilustre un texto!, ¿cierto? :)

Felicitaciones para ambas.

Saludos

Unknown dijo...

Qué precioso cuento!!!! Y una bellísima ilustración. Tierno y lleno de paz, un relato de esos que hacen sonreír el alma.

Un gran abrazo, Elysa

CDG dijo...

Me dan ganas de creer en el matrimonio al ver la conjunción perfecta entre esa imagen tan bonita y ese texto tuyo tan sugerente.O elegante. O las dos cosas.
Enhorabuena.
Besos.

MariCari dijo...

Precioso Ely, falta nos hace esta ternura en estos tiempos... Bss

Mar Horno dijo...

Creo que el dibujo no es que se compenetre con el texto, sino que lo complementa. Ese paseo por las estrellas a lomos de caballos mágicos que muestra el dibujo, da al texto su verdadera dimensión, representa ese momento tan especial que vive padre e hija. Magníficos ambos. Un beso Elisa.

Dol dijo...

Qué bonito, Ely , y además con caballos , ese bellísimo animal.
Un caballo corriendo libre es la imagen más verdadera de la libertad.
Besitos.

Elena Casero dijo...

Precioso Elysa, con tu voz particular que nos trasladas a tu universo y a los caballos y a la mirada de complicidad de padre e hija.

la ilustración es preciosa. Voy a conocer a Aurora-

Hasta el viernes,

Towanda dijo...

Jolínes, ¡que bonito ha quedado!.
Menudo lujo y menuda envidia (de la buena).
Te felicito.
Besos, guapa.

Karras dijo...

Por favor que belleza de texto. Yo también los he visto, he sentido el retumbar de sus cascos tumbado en la hierba, he oído su relinchar y me he extasiado con su galope en el valle. Muchas gracias Ely. Un beso.

U-topia dijo...

Precioso y tierno relato, me ha encantado.... y la ilustración es hermosísima.

Un abrazo!!

María dijo...

la ilustración es preciosa, desde aquí mi admiración a Aurora!!!!

y tu relato... "somatizo" tantísimo tus textos que ya estaba esperando que la niña despeñara al padre por el barranco, o que saliera una manada de lobos hambrientos, o qué se yo!!!!!!!!

Ely qué bonito el cuento de hoy!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! tus descripciones son tan intensas...

un besito enorme

Puck dijo...

Es un texto precioso y muy tierno
saludillos

Citizen_0 dijo...

Que elegante que lo hiciste, y la imagen está a la altura, no hay duda. Me ha dejado esa sensación de algodón...

Un saludo.

anuar bolaños dijo...

Lo sé,
debo insistir
en la narración de los sucesos,
la poesía cotidiana,
la filosofía que consume,
tomar un poema y exprimirlo,
remover las espinas,
y en un gesto maestro,
comprimir sus atributos,
exaltar el matiz de la pesadumbre.

Zamarat dijo...

¡Qué complicidad entre padre e hija!! Me encanta!!
Abrazo!

XAVIER BLANCO dijo...

Ely, me ha gustado este relato. Nos hemos imaginado el paisaje, la felicidad del padre y los ojos de la niña.

Nos has dejado imaginar que había, todos creen que son caballos pero son unicornios dorados.

Un abrazo

RAMÓN dijo...

¡Quién pudiera recuperar para sí el resplandor en el alma, la magia de la mirada, el enmudecer con una sorpresa... Lo nuevo, lo desconocido, lo que nunca debió de perderse... Nuestra capacidad para sorprendernos y vivir cada instante como si fuera único...

Ana Crespo Tudela dijo...

Hola, Elysa.
Te devuelvo la visita y lo que encuentro es un cuento maravilloso, acompañado de una ilustración preciosa.
Ahora mismo le voy a dar las gracias a Nico por acercarnos.
Un beso

Pdt: a parte del relato, me he sentido como en casa, nuestros blogs tienen los mismos colores.

Carm9n dijo...

Precioso el texto y preciosa la ilustración.
Besines,

Carlos dijo...

Si los pasos son amortiguados por el pasto, es porque es blando. Si además adelantas al adjetivo al sustantivo, como se hace en poesía, la imagen se me hace demasiado... intensa. Hay más así. Magníficos cuadrúpedos, soberbios equinos… son muchas formas de decir lo mismo: que los caballos son espléndidos. Creo que es mejor decírselo una vez al lector y dejar que se los imagine, no recordárselo continuamente con adjetivos altisonantes. Por ejemplo a través de la niña: papá, parecen como los de mis cuentos…
Cuando la niña dice: es precioso, mágico, (creo), a mi juicio usa un lenguaje propio de un adulto, creo que deberías darle la "voz" de un niño, que aún no domina términos abstractos. Y ahí volvemos a lo de antes.
La ilustración es fabulosa, digna de un cuento de la protagonista.

Loli Pérez dijo...

Ely, un relato lleno de magia, narras de forma que el trote del los caballos coincide con el del corazón al leerte.

La ilustración preciosa.

Abrazos a millares
L;)

Rocío Romero dijo...

Elysa, me ha parecido un relato conmovedor. La sorpresa infantil es un pequeño tesoro. Y efectivamente la imagen que acompaña al texto es preciosa. ¡Felicidades!
Y besos

Miguel Baquero dijo...

Muchas felicidades por el relato y la ilustración es sencillamente genial. Menudo regalazo te han hecho, aunque es cierto que el texto lo merece. Enhorabuena por este lujo de entrada... aunque llegue tarde. Nunca es tarde si la dicha es buena, dicen.

Dorothy dijo...

Precioso el relato, Ely. Y la ilustración, fantástica.

Un beso