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lunes, 28 de noviembre de 2011

Subterfugio

 
Ilustración de


Un demonio me visita muchas noches,  mira desde los pies de mi cama. No puedo ver su cara, se esconde en la oscuridad.
Nadie me cree cuando digo que  me ataca alguien malo. Las otras niñas se ríen y la profesora no me hace caso. Por mucho que se lo diga no es capaz de entender. Me explica que debo cambiar de actitud pero no me aclara cómo defenderme del diablo cuando me hace daño. Según ella no necesito hacer nada solo cerrar los ojos e imaginar cosas bonitas.
 ¿Cómo soñar cuando ese demonio jadea y se restriega contra  mí todas las noches? No entiendo lo que me dice pero me espanta. Tiene la misma voz que mi padre.

51 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Lo estaba viendo venir.
Pero, por favor, ¿por qué no la cree nadie, qué clase de psicóloge es ése?
Se me ha puesto mal cuerpo porque las encerronas o el no ver una salida me pone enferma.
Pobrecita.
Un beso para las dos.

Nicolás Jarque dijo...

Elysa, que duro lo que cuentas. El abuso sexual es demencial y sí encima es por parte de un padre, pues... para matarlo.
Muchas veces ocurre que a los niños no se les cree o sencillamente se mira para otro lado.
Me gustó.
Bessets.

La Dame Masquée dijo...

Vaya, pues ya tenemos un sospechoso. Tal vez debería contarle al psicólogo lo de la voz. Es una pista importante!

Feliz semana, madame

Bisous

Katy dijo...

Terrible Elysa, aun en el reino de la fantasía. Las niñas no suelen inventarse estos cuentos. Seguramente tiene una base real cuando demandan que se las crea y se les entienda. Pero el demonio siempre es muy astuto.
Bss y feliz semana

Sara Lew dijo...

Es cuando se habla de demonios o apariciones cuando no se les cree. Pero es una forma simbólica de decirlo, porque dar nombres y certezas es demasiado duro de admitir.
Un abrazo.

Juanlu dijo...

Como Luisa lo iba viendo venir y me iba entrando la mala leche, no entiendo cómo puede ocurrir, no entiendo qué tipo de enfermedad puede llevar a un padre a hacer algo así, no entiendo cómo la mente humana repite una y otra vez esos actos, no entiendo...

El micro está muy bien escrito, hace que uno se encienda.

Besos

Emilio Manuel dijo...

¡¡coño!!, historia terrorífica pero real en muchos casos, solo hay que demostrarlo.
Que no ocurra como cierta famosa, que denuncia ese tipo de cosas cuando la hija es mayor (hijastra del marido) de edad y se está divorciando de este.
Un abrazo.

TORO SALVAJE dijo...

El peor demonio de todos.
Ojalá se libre de él.

Besos.

Javier Ximens dijo...

Otro relato duro, cruel. Pero haciendo uso de Ablacclaro, Elysa, no me lo creo. Esa niña que es capaz de pensar y decir así, que asiste a psicólogo... no llego a creérmelo. Es la primera vez que me ocurre con tus relatos.

Odys 2.0 dijo...

Coño, ahora me entero de que tú y Elysa sois la misma persona :-)

Qué sublime, esa Petite Fleur de Sidney Bechet...

Y qué negra la realidad cotidiana que nos muestras en esta historia...

Besos.

MJ dijo...

Por el amor de dios, que alguien le haga caso a esa niña. No puede ser que nadie la crea ¿o sí?
Me deja mal sabor de boca este micro, Elysa. Es de una dureza atroz.
Pero muy bien escrito, eso sí.

Un beso.

Mar Horno dijo...

Es verdad, es un diablo. Terríble. Un beso.

Esteban Dublín dijo...

Duro, terrible y real.

Loli Pérez dijo...

Un microrelato demoledor, con esa voz inocente del personaje, las segunda historia puede que sea ese querer encubrir de alguna forma al demonio.

Abrazazos grandes y fuertes
L;)

U-topia dijo...

Ayyy..... que quien ha de proteger, castigue así, es la peor maldad...

Gran micro Elysa

Un abrazo!!

Carm9n dijo...

Duro, muy duro!! Quizá por la dura realidad que refleja!
Besos,

Ximo Segarra "ACAPU" dijo...

Brutal. El relato. Pero no tanto como los babososhpmalnac... que se dedican a joder la vida a personas indefensas.

Quizá lo peor de situaciones así es que la criatura al final deja de intentar explicar, se encierra y acaba por no decirle nada a nadie.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Dios, ¡es tan dolorosamente verosimil!

Un beso, Elysa

Mercedes Pinto dijo...

¡Jesús!, me has puesto el vello de punta. Qué solas tienen que sentirse todas esas pequeñas a quien les visita ese demonio.
Muy duro tu micro de hoy; pero contado con mucha inteligencia.
Un abrazo.

Nel Morán dijo...

Tremenda realidad que acongoja a menores y no tan menores y que tú relatas a las mil maravillas.

Blogsaludos

MariCari dijo...

Me has metido el miedo en el cuerpo, que lo sepas!!! Bss

Maite dijo...

Estos relatos me ponen la carne de gallina, sobre todo por pensar que no son tan ficción como parecen. Un abrazo, Elysa.

Rosa dijo...

Uffff, estos temas sacan lo peor de mi...Que quién se supone que te quiere y te protege, sea el que te...Mejor me callo...

Bien narrado Elysa.

Besos desde el aire

mariajesusparadela dijo...

Qué horrible realidad.

Laura dijo...

Uy Elysa, y yo que pensaba que a veces me paso de tristeza ... ¡madre mía!, ¡qué micro más terrible y fideligno a una realidad que no entiendo, ni podré entender, ni puedo perdonar ... ni creo que podría olvidar ...

Un beso para tí por encerrar en tan pocas palabras al demonio del padre, al psicólogo, a la niña, ala profesora y a la voz.

Besos Elysa.

CDG dijo...

Me temía lo peor y lo peor llegó. Cuando el amyor monstruo es tu propio padre o tu propia madre, dan ganas de mandar el mundo a la mierda. Luego he vuelto a leerlo y he deseado, más que pensado, que ojalá la voz se pareciera a la de su padre, pero sólo fuera cosas de su cabeza.
Ojalá, pero me temo que...
Un beso.

Rocío Romero dijo...

Uff, Elysa, llego tarde pero a tiempo de estremecerme, madre mía.
Como te decía en mi respuesta a tu comentario, las perspectivas siempre varían. Este es particularmente terrible porque el único paso que puede dar la pequeña (pedir ayuda) ya lo ha dado y no encuentra soluciones. Me gusta la metáfora del diablo y que ella, inocente, piense que la voz es pura coincidencia. Lástima de mundo.
Enhorabuena y muchos besos

Karras dijo...

Leches me lo estaba imaginando. Este atajo de hijos de....... La madre que los parió. Como se puede llegar a es punto y que indefensión e impotencia se siente. Perdona mi exagerada indignación pero es que conozco un caso cercano que encima la justicia (por llamarla de algún modo) protege mas al delincuente que a la misma niña. Que lastima de mundo. En fin venga un beso, ya llevo el día completo.

Bicho raro dijo...

La verdad es que entro, leo y casi no comento porque me dejas sin palabras.jaja.
Un abrazo artista.

Anita Dinamita dijo...

Lo que relatas es horrible, pero creo que la perspectiva que utilizas es muy buena, la incomprensión. Imagina la cantidad de perspectivas que tiene este tema, ayer leí la de Rocío, hoy la tuya, y habrá muchas más. Y se pueden juntar todas en una o separar y yo por mi les pegaba una patada (a todas las perspectivas) y terminaba de una vez con algo tan siniestro.
Abrazos de sol

manuespada dijo...

Un relato duro, todo un demonio, sin duda, con una voz que le delata.

RaulAQ dijo...

Me he quedado helado con ese final, no me lo esperaba.
Muy bueno. Un besazo.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Una voz triste la de este micro, Elysa, de una tristeza negra, profunda, desasosegante.

Me llevo la hiel en la garganta.

Un beso.

ESPERANZA dijo...

Durísimo relato, Elysa, pero no por duro menos real.

Un abrazo,

Alberto Proset (Ojodegato) dijo...

Vaya. Algo se intuía cerca del final.
Casi sería preferible que en las sombras se ocultase un monstruo de verdad... uno de esos que no existen.
Terrible micro.

Abela dijo...

Se me ha puesto la carne de gallina...¡que horror! y lo peor que existen esos demonios...Bss

Miguel Baquero dijo...

A veces tenemos en nuestro interior unos fantasmas aterradores que pocos imaginan que puedan ser ciertos.
Muy bien descrita esa angustia...

Citizen_0 dijo...

El poder de las palabras que no sirven para nada.

Nunca decir las cosas como son, fue tan difícil de entender.

David Moreno dijo...

Joer aunque se intuye algo el final, muy pero que muy duro.

Los pelos de punta.

Un saludo indio

Coral dijo...

¡Qué impactante!, sobre todo por reflejar una realidad tan dura.

Un saludo!

Sue dijo...

Joder.
Mal rollo.
Uff.

Manuela Mangas Enrique dijo...

Pues yo no lo vi venir y me he pegado un buen (mal) susto. Uf...
Muy bueno, sí.

Gracias por tus comentarios en mi blog. Que escriba gente nueva me anima a seguir.

Besos desde el campo.

Martina A. Britt dijo...

Guauuuu...me has dejado sin palabras, que bien descrita una realidad...

NiñoCactus dijo...

Me lo estaba imaginando y aún así me ha revuelto el estómago. Terrible y agónico. Has logrado un micro de los que desgarran.
Saludos

Towanda dijo...

Jo, Elyely... ¡Duro, muy duro! Un tema que me preocupa muchísimo es ese que cuentas y que a modo de micro, denuncias.
Te avisaré cuando termine una cosa, porque también para estas cosas tenemos un blog.
Felicidades porque me pusiste los pelos de punta. No podemos mirar hacia otro lado en situaciones como éstas.
Un besazo, reina.

Arte Pun dijo...

Hola Elysa, he estado curioseando por tu blog, es muy entretenido, y me ha conducido a otros en los que participas. Es increíble la capacidad de trabajo, a mí me cuesta seguir el mío. Muy agradecido por enchufarte como lectora de "Entre Génesis y Apocalipsis", eres más que bienvenida.
Sobre tu relato "Subterfugio", es duro, y lo has plasmado perfectamente en poco espacio, cuántas mentes animales, por llamarlas de alguna forma.
Abrazos.

Zamarat dijo...

Sobrecogedor!!!
Lástima que esto no sea sólo una ficción y que casos como éste ocurran de verdad.
Abrazo!

Torcuato dijo...

Es quizá uno de los mayores dramas de muchos niños, demasiados. Y lo peor es el silencio de los familiares.
Terrible, Elysa.

Besos.

Anónimo dijo...

Hacía mucho tiempo que no tenía un descanso para leer. Increíble lo que transmite, terrorífico.

¡Un saludo, Elysa!

XAVIER BLANCO dijo...

Elysa, llego tarde, demasiado. Terrorífica historia, esos demonios existen y campan a sus anchas, escondidos en la impunidad. La ingenuidad de la niña que nunca podrá llegar a pensar que ese diablo, que ese ser terrorífico es su padre.

Me gusto tu micro.
Un abrazo

Miguel dijo...

Ely, me dejas sin palabras.

Fantastico, tremendo y duro microrelato.
Sin palabras me has dejado, Ey

Besotes

Miguel