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Abrí la puerta de la vitrina del comedor y entró una mariposa, se instaló en el rincón más oscuro; intenté devolverle la libertad, con cuidado, pero no aceptó salir. Ocurrió el mismo día que él se fue de casa.
Hoy he abierto otra vez el mueble y ha empezado a cantar, tiene una hermosa voz, al cerrar he dejado de oírla, vuelvo a abrir y otra vez tararea su fragmento de Madama Butterfly. Me gusta esa opera, ella lo sabe, por eso la ha elegido cuando lo ha visto con los papeles para conseguir la tutela de nuestra hija. He firmado con la esperanza de que volviéramos a estar juntos, no ha sido así. Se ha ido sin decir adiós.
La portezuela del aparador se ha quedado abierta, la mariposa sigue cantando la pieza final. Dejo de escucharla cuando me estrello contra el asfalto.
36 comentarios:
Vaya, pues a mí me da pena por la mariposa, para una que canta y no tiene quien la escuche.
Un relato triste.
Un besazo.
Me imaginaba un tragedia. Escuchar Madame Butterfly no es buen augurio...
Besines,
Estas historias de suicidios por no ser amados solo se entienden desde la locura. Y en este caso desde la ignorancia al ceder la tutela. En fin, Elysa, una historia triste de mariposas encerradas en vitrinas que ven la vida como si estuvieran en una burbuja, gran metáfora. Nos lemos.
Un micro conmovedor, escrito en el tono preciso para arañar la sensibilidad del lector.
Con gran intensidad de efecto, gravita sobre las consecuencias del amor no correspondido, las secuelas del desamor.
Duro, de los que cierran la garganta del lector.
Excelente pieza, Ely.
Un abrazo,
Un final de impacto, nunca mejor dicho...
Besos.
Me ha recorrido un escalofrío... Qué terrible sentirse tan desesperada, abandonada y sola.
Excelente texto.
Un abrazo!!
Estremecedor. Cuánta sinrazón y a la vez tanta belleza. Suele pasar con esas situaciones de extrema sensibilidad que derivan en locura.
Un abrazo.
Esa mariposa merece una oportunidad.
Una historia de amor no correspondido. Narrado con agudeza y sensibilidad. Final impactante.
Excelente, Ely
Abrazos a millones
L;)
Me has sorprendido con ese vuelo final, Elysa.
Y es que las mariposas nunca deben estar encerradas, nunca :)
Un abrazo
Un final impresionante. Pero me quedo con el principio, esa mariposa que elige la parte oscura y decide quedarse ahí y que coincida con la marcha de él. Es principio es de los que me descuelgan la barbilla, Ely.
Un abrazazo.
Qué bello, madame: otra madama Butterfly que no logra sobrevivir al abandono. Otro tiempo, otro lugar, y otra mariposa.
Sabe?, a mí también me gusta mucho esa ópera. En general todas las de Puccini.
Buenas noches
Bisous
Lástima que no hubiese comprado flores amarillas... para la mariposa, así... se habría salvado... seguro... una flor amarilla... como la de Milu http://hoy-ml.blogspot.com/2012/02/una-flor-amarilla.html
Creo que las dos entradas hoy se complementan... porque sois especiales las dos... Bss
Que tristeza Ely...Entregar así la vida sin luchar.
Besos desde el aire
Ely, desgarrador relato en el que la locura y la tristeza del abandono se mezclan. Hay gente que no lo supera y piensa, erróneamente, que nunca podrá y elige que el camino más fácil es quitarse la vida. A estos los prefiero siempre que no se lleven otra consigo.
Me gusta la imagen de la mariposa interpretando la opera.
Bessets.
Elysa ¡que relato más duro! y muy bien contado, como siempre.
Un abrazo,
Muy duro. Conmovedor. Aún veo a la mariposa revoloteando sobre el micro...
Hay desgarro en este relato, la mariposa que canta, la tutela, el desamor, la desesperanza, la tragedia...
Las mariposas siempre lucen un colorido espectacular, nunca había oído que cantasen....
Besicos
El sesenlace uinesperado hace que un escalofrío me recorra y me atence. A cuantas mariposas se les deja de oír. No merece la pena.
Bss como siempre lo has bordado.
Bss
Ely...llevo aquí un ratito. El mismo cuento me sugiere al menos tres hisotorias diferentes. No sé si son las tres o sólo una o no tiene nada que ver con lo que pienso yo...estaba muerta de sueño y me he desvelado por completo...no sé...eres grande tú.
Besos
:)
(la ópera no me gusta nada de nada, es que soy una bruta sin civilizar)
Cuando llegué al punto final me di cuenta que yo también había saltado luego de firmar los papeles de la tenencia,,, Excelente la forma en que está narrada la historia; un círculo de encierros y melodías desgarradoras.
Un fuerte abrazo desde Argentina.
Pd: Si oyó la melodía hasta caer significa que la vitrina quedó abierta... ¿dónde habrá ido a parar esa mariposa? ;-)
Madame Butterfly
como banda sonora de una vida no era buen presagio, y sin embargo el final me ha resultado precipitado. ¿Por qué? Creo que creía mucho en la bondad y en el beneficio de la presencia de esa mariposa.
Un beso, Luisa.
Las metáforas me encanta y encuentro las mías en tu texto. Para mi toda mariposa encerrada es una significación a nuestra esencia más oculta. Esa que esconde nuestros anhelos y que como tu mariposa, los canta o los dibuja, o los sueña. Supongo que la mariposa voló hasta el asfalto también. Las esencias no se mantienen durante mucho tiempo sin su referente.
Un saludo.
Muy conmovedor, Elysa. Y muy bello. Te doy mi enhorabuena por este micro!!!
Un cálido abrazo
Nos gusta ahogarnos al primer contacto con el agua, aunque si nos levantásemos, ésta no nos pase de los tobillos.
Besos.
Muy buena adaptación de la ópera de puccini, con sus tres actos bien definidos. Besos.
Esa metáfora con la mariposa me hace ver como cae el personaje por la ventana y he esperado que volara su cuerpo, sin saber que la que volaba era su alma.
Desgarradora esa forma de tirar la toalla.
Muy bien escrito, Elysa. Te felicito.
Un beso.
Brutal, ely. Qué dura es la vida en algunos momentos y qué grande la tentación de dejarla. Sin embargo, conviene resistir. Besos, querida amiga.
Conmovedor!
Abrazo!
Me has dejado sin aire Ely. Tienes la capacidad de atraer mi atención creyéndome una cosa y resultando ser otra bien distinta. Eres genial amiga e impactante desde luego. Un beso.
Qué pena,renunciar a las alas por la tristeza.
Un besito,Ely.
La desesperación cantada por una mariposa. Y aún así, el final es irremediable.
Abrazos voladores.
Cuando el desengaño rompe el suelo ya no hay música que nos acune... Qué triste.
Besos.
Madame Butterfly nunca es un buen augurio... Pero el minirrelato es fantástico, como siempre.
Un beso
Ah, conforme iba leyendo presagiaba que la mariposa no traería nada bueno.
Conmovedora prosa y por lo tanto micro, Ely.
Besotes
Miguel
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