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miércoles, 21 de noviembre de 2012

Desaparecer

Imagen de Google




Cuando yo era un niño, el edificio que se veía desde mi ventana era el motivo de mis pesadillas. Y aunque la cubría con la cortina para no verlo, era igual, durante toda la noche notaba un continuo ajetreo de idas y venidas sin cuidado, sin sigilo. En alguna ocasión llegué a atisbar con mucha cautela entre los pliegues del cortinaje, lo que veía era un constante transitar de personas, nunca salían en la misma cantidad que entraban.
Un día aquello acabó, el edificio pareció morir de olvido y dejé de verlo, como si no existiera.
De nuevo los malos sueños han regresado y el inmueble se ha vuelto omnipotente, siempre está ahí. Por el día los que entran a informarse sobre los desaparecidos parecen cargar sobre sus hombros todo el peso del mundo, los envuelve un halo de tristeza y pesar. Por la noche se repite el trajín de mi infancia, veo individuos que se adentran en su interior, siempre son menos los que salen.
Ahora alguien llama a mi puerta, la voz dice que tengo que acompañarlos, sé a donde me llevan. No quiero desaparecer.

37 comentarios:

Petra Acero dijo...

¡Ay, Ely, qué mal rollo!
Muy bien conseguida la atmódfera de misterio y miedo, de ansiedad y fantasía, de querer y no querer conocer la verdad.
Me has hecho recordar mis miedos infantiles (que realmente siguen ahí, irracionalmente).

Un beso grande.
A.M.A.

Petra Acero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Loli Pérez dijo...

Ely consigues un relato inquietante, mostrando como el edificio se traga a la personas y las hace desaparecer, hasta llegar al narrador.
Aterrador!

abrazos a millones

Cabopá dijo...

Pues sí, has conseguido el miedo y el temor.
Tienes un ritmo narrativo muy elocuente y usas las palabras en su justa medida.

Has conseguido que tu "desaparecer" no desaparezca...

Besicos,Elysa

Enmascarado dijo...

Uff, vaya sueño más chungo. Yo de ti le daría con la puerta en los morros.

Besitos

Carm9n dijo...

Qué inquietante y desasosegante el relato de hoy, Ely!
Besines,

Isabel Barceló Chico dijo...

Ay, yo tampoco querría... Un lugar feo, frío, del todo extraño. Habría que redecorarlo, puesto que todos habremos de pasar por allí.
Magnífico relato, ely, creas la atmósfera más apropiada para producir ese mal rollo... Besos.

Elena Casero dijo...

yo no iría. Es un relato inquietante Ely, aun sabiendo el final.

Muchos besos

Lola Sanabria dijo...

Hay que resistir, siempre. Rebelarse contra las desapariciones.

Abrazos, muchos.

Javier Ximens dijo...

Elysa, con una atmosfera de tristezas narrar una historia cíclica. Lo que ocurría en ese edificio (desaparece de personas) y era presenciado por el niño deja de ocurrir después, para años posteriores volver a aparecer. Estás hablando de muchas cosas, ninguna buena: Hambre-prosperidad-hambre; franquismo-democracia-franquismo. Ese edificio es una gran metáfora de muchas cosas que están desapareciendo, es una patera de vuelta, que tarde o más bien temprano nos está tragando.

Isabel Martínez Barquero dijo...

¿Quién se presta de manera voluntaria a desaparecer?
Un micro gótico muy bien construido, Elysa.
Abrazos y besos a granel.

virgi dijo...

Pesadillas recurrentes que cada vez se parecen más a la realidad.
Un beso

Dorothy dijo...

¡Uf! De lo más inquietante y terrorífico que te he leído nunca Ely. Me ha gustado muchísimo.

Un besazo

Fran Rubio dijo...

Ely, inquietante y "narcisoibáñezserrador" tu micro: historias para no dormir. Consigues que afloren esos miedos infantiles que todos llevamos dentro.
Bien marcado el ritmo de la historia.
Un beso.

PD: esta noche voy a buscar mi antiguo peluche para dormir.

Rosa dijo...

Da mucho miedo Ely, más por lo que se intuye...

Besos desde el aire

Katy dijo...

Y a mi que me recuerda a la eutanasia. Ya lo creo que da miedo. Yo tampoco quiero desaparecer
Bss

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Un micro con cierto perfume borgiano, por lo que a su circularidad se refiere, Ely, en el que te vales de una metáfora muy bien presentada, y el anndamiaje de un elisión muy bien dosificada para que cada lector elija hacia dónde diirigirse.

Tal como apunta Ximens, podemos tener infinidad de interpretaciones, dependiendo de gustos, pareceres, creencias e -incluso- procedencia. Estoy convencido que no leería igual el micro un lector si pertenece a uno u otro hemisferio.

Gran trabajo, sin duda.

Un beso.

Yashira dijo...

Estupendo e inquietante relato Ely, me ha asustado desde el comienzo, ya el miedo del niño vaticina un desastre tras las ventanas de ese dificio.

Un abrazo grande para curar el miedo.

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

No es extraño sentirse aterrado viendo esa casa. Allí vive Norman.
Un saludo.

Miguel Ángel Page dijo...

Qué inquietante.
Deja un regusto contradictorio: dan ganas de seguir y de no seguir leyendo. Tienes una atmósfera casi sin describir, bien.
Saludos

Sandra Montelpare dijo...

Inevitable asociarlo al contexto histórico argentino y duele, sí duele... La atmósfera, un lujo!Saludos van ,Ely

puri.menaya dijo...

Has creado un ambiente inquietante un terror que vuelve otra vez. Buen micro de desaparecidos. besos

Luisa Hurtado González dijo...

No abras la puerta, por Dios, y... ¿por qué no te cambias de casa?

Nicolás Jarque dijo...

Elysa, es este relato de desapariciones tan turbador que ahora tengo miedo a abrir la puerta. Es una gran evasión a no sé sabe donde, pero no querría para mí.

Muy bien recreado.

Bessets.

Susana Camps dijo...

Misterioso, sugerente y perturbador. Creo que esa atmósfera de ansiedad tan lograda (todos la hemos experimentado en sueños similares) es extrapolable a cuestiones íntimas o sociales, y que eso da un valor añadido al texto.
Abrazos admirados

karras dijo...

Jobar Ely siempre consigues inquietarme hasta lo insospechado. Que precioso relato teniendo en cuenta que todos hemos conocido algun inmueble de parecidos rasgos jajaaj. Un besazo. Por cierto soy Karras.

Sara Lew dijo...

Un texto angustioso. Todos somos el niño que sueña.
Muy bueno, Elysa. Te estás volviendo una experta en este tipo de cuentos de terror.
Besos.

Zaraceno dijo...

Estimada Ely, me quedé sorprendido por tu relato, con unos cuantos trazos, justamente como lo haría un pintor consumado nos haces vislumbrar el suspenso de una historia llena matices muy variados. No obstante, desde mi punto de vista (un poco miope) el relato pierde fuerza al repetir lo de los desaparecidos ("Nunca salían en la misma cantidad que entraban"..."a informarse sobre los desaparecidos"..."que se adentran en su interior, siempre son menos los que salen") De alguna esa repetición en tan breves líneas, nos advierte sobre la contundencia que debería tener el final. Pero no me hagas mucho caso, esa es mi humilde opinión. Saludos

Zamarat dijo...

Inquietante... Me ha dejado con una sensación rarilla...
Abrazo!

Laura dijo...

Si querías que me fuera a dormir angustiada ¡lo has conseguido! Ely. Mira que es difícil crear estas atmósferas de misterio, porque dicen que ya estamos de vuelta de todo y nada será como en el siglo XIX...pero ...yo creo, que si se lee con atención ...te llevas un regustillo de miedo que bien vale ¡un aplauso!.

Besos Ely. Perdona lo despistada que estoy contigo, ¡no sé por qué no se me actualiza el blogroll o como se llame!.

Manuel R. dijo...

Uffff... Qué inquietante. Supongo que en cierto modo es una metáfora, lo cual le da un segundo nivel de lectura, pero la impresión nada más leerlo, es de una desazón terrorífica.

Me ha encantado.
Un beso, Elysa.

Citizen_0 dijo...

Siempre existen heterotopías con esa función. El halo que le has conferido es extraordinario. Muy bien, Ely.

La Dame Masquée dijo...

Siempre cabe la rebelión. A veces resulta, y merece la pena intentarlo. No cree, madame?

Buenas noches

Bisous

mientrasleo dijo...

Ostras Ely, que bueno el relato!!! entre infancia y no... me ha parecido una maravilla
Besos

Gala dijo...

Será algun banco... cargado de hipotecas pendientes de pago, o tal vez el edificio del inem...
Cada día se tragan a mas gente, con sus tragaderas inmensas, llevándoles sin remedio a la tristeza.

Besos mediterráneos.

Miguel dijo...

Debo decir que si en el anterior me has sacado una sonrisa aqui me has dado escalofrío.

Con que habilidad consigues meternos en ese sueño e inundarnos de terror.

Tiene mil interpretaciones, aunque tu solo la sabes, no obstante me quedo con ese desasiego que impone el sueño.

Besoteeee giganteeeee

TORO SALVAJE dijo...

Este acojona eh?

Yo no quiero entrar en ese edificio.
Algo malo se cuece dentro.

Besos.