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martes, 28 de agosto de 2012

Pingüino y yo

Imagen de Google



Todas las mañanas, Pingüino y yo, a la hora del desayuno tenemos por costumbre sentarnos en la mesita que está pegada a la ventana. Comenzamos el día mirando la calle mientras conversamos.
Desde hace un tiempo Pingüino está muy circunspecto y todas nuestras charlas giran alrededor del mismo tema. Ha decidido irse con sus congéneres, dice que lo que observa cada vez le gusta menos.
He intentado convencerlo para que no tome esa decisión, pero me temo que día a día me voy quedando sin argumentos. Le cuesta entender, que muchos pasen apuros, para alimentar a sus hijos, mientras otros nadan en la abundancia. Le cuesta entender, que otros tantos no tengan un techo sobre sus cabezas, cuando existen miles de edificios que están vacíos. Le cuestan entender,  que para educarse haya que tener dinero. Le cuesta entender, que habiendo tanta gente preparada para curar la enfermedad, existan leyes que impiden que otros seres accedan a ellos.
Le cuesta entender, tantas cosas…, pero lo que menos comprende es por qué me limito a criticar mirando desde mi ventana sin hacer nada, por eso ha decidido que no merece la pena continuar conmigo y se vuelve con los suyos, que aunque irracionales, tienen unas reglas sencillas y claras que siempre cumplen.
¿Con quién miraré por la ventana todas las mañanas?

49 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Hace bien irse: tu nunca harás más que mirar po la ventana.
(yo tampoco)

Loli Pérez dijo...

Huir, criticar o mirar la vida sin saber qué se puede hacer para mejorar la situación, eso que todos hacemos día a día. Con razón no veo pingüis por ninguna parte.

Muy bueno, Ely.

Besicos al por mayor.

Ana Crespo Tudela dijo...

Es una fábula genial como crítica a la apatía que nos atenaza. Me gusta la moraleja final.
Un beso

Yashira dijo...

Pues entiendo a Pingüino, yo tampoco entiendo este mundo en el que nos ha tocado vivir, y me siento impotente al no saber qué puedo hacer...

Saludos,

Cortacuentos dijo...

La verdad es que el pingüino, como toda especie animal, desprende mucha más humanidad de la que gastamos nosotros.

Me gusta el experimento. Una perta.

Gala dijo...

Genial tu texto.
Hay cosas difíciles de entender. Sobre todo para nosotros, los humanos, los seres racionales, los preparados, los niños mimados de la naturaleza, de la existencia...
La verdad es que tal vez pingüino se va no solo porque le cueste entender, sino para que en la soledad de la ventana se aburra, y de una vez por todas deje de mirar para empezar a actuar.

Eso sería lo que deberíamos hacer todos. Actuar más y mirar menos.
Dejar de intentar convencernos que nuestro minúsculo esfuerzo no sirve de nada y cambiar esa actitud pasiva por otra, mas activa.
En la simplicidad a veces está la respuesta.

Besitos mediterráneos.

ESPERANZA dijo...

Me voy con tu pingüino, porque tu protagonista está muerta y yo no quiero morir como ella mirando por la ventana, sin hacer nada.

Magnífica reflexión.

Un abrazo,

Rubén dijo...

Adios, dijo levantando su aleta, y tras el portazo monté un blog.
Un abrazo

Enmascarado dijo...

Magnifico cuento Ely, no hay nada como deshumanizar las verdades para entenderlas como niños.
Tal vez sea lo mejor, que se vaya pingüino y no le roben la esencia de lo que es sano y con sentido.
Tal vez sea la manera de llegar a una reacción necesaria. Esta gente no puede ser tan injusta e inhumana. Mientras ellos se agarren a sus "derechos" sin que nadie chiste y gestionan los ajenos sin piedad, el sicrificio siempre estará del mismo lado.

Besitos

María dijo...

yo me quejo a "diestro y siniestro" de todo lo que me parece mal, pero a cambio hago todo lo que está en mi mano por ayudar a los que me rodean... mi asignatura pendiente es echar una mano un poco más allá de mi entorno... estoy en ello!!

un beso

Pablo Vázquez Pérez dijo...

Buenas tardes.
Lo gracioso es que para no hacer nada el protagonista (digo "él" por la imagen que acompaña el texto) aparte de mirar y opinar, mira tú el reguero de comentarios que está consiguiendo.
No voy a romper lanzas ahora, pero si no hiciéramos nada no estaríamos escribiendo comentarios ni blogs, precisamente.
Eso sí, como microrrelato y reflexión en voz alta ES BUENÍSIMO MAESTRA.
Un abrazo.

U-topia dijo...

Ese pingüino es muy listo.

Le cuesta entender muchas cosas, sobre todo la pasividad.

Un abrazo!!

Pdt: no ha pasado nada Ely (lo digo por las quimeras virtuales).

Diana de Méridor dijo...

Y yo, madame, creo que aún estoy a tiempo de irme con los pingüinos. Será mejor que quedarme a presenciar lo intolerable.

Buenas noches

Bisous

Dorothy dijo...

Pues a mí me entran ganas de seguir a tu pingüino, de irme con él a un sitio lleno de seres irracionales de verdad, de huir de un lugar en el que los racionales parecen haber perdido la cordura y el sentido común.

Besos

Cabopá dijo...

Hoy querida amiga, nos dejas un cuento con una gran moraleja...

Unas reflexiones muy acertadas y expresadas con palabras necesarias.

No sé porqué o sí, me has recordado a ese politico pepero que dice que no llega a final de mes con 5100 eurazos, ¿será caradura? En fin Elysa te felicito por tu forma de narrar.

A mi que me gusta asomarme por la ventana, ahora me acordaré de tu pinguino...
Besicos salados.

Katy dijo...

Una buena pregunta. Se quedará aislado el pobre. Pienso que hay muchos pingüinos intentando entender lo que pasa en todo el mundo. Porque si muchos supiéramos en dónde viven no dudaríamos en ir.
Bss

Laura dijo...

Me pregunto el por qué has elegido a un pingüino para contar esta historia. No vuelan. no pueden abrir el ala y largarse rápido. Tendrá que transitar andando entre todos esos problemas que no entiende.

Me gustan los cuentos que hacen pensar en nuestra realidad, en nuestras mentiras, y en aquello que no podemos resolver de forma unitaria, sino colectiva.

Gracias Ely, ¡un buen cuento!.

mientrasleo dijo...

Vaya, cuanta gente mirará por una televisión sin inmutarse como si fuera una improvisada ventana al mundo.
Sabio Pingüino, yo iría a buscarlo
Besos

Zamarat dijo...

No me extraña que Pingüino se vaya con la que está cayendo. ¿Volverá?
Abrazo!

Sandra Montelpare dijo...

Los humanos lo complicamos todo. Todo. Y mirar la realidad y no hacer nada por modificarla sí que es una 'animalada', palabra peleada con el significado que se le asigna, no? Beso grande, Ely

Arte Pun dijo...

Deja que se vaya Ely, yo creo que debe haber otra mujer en su vida, por esas chuminás no se va nadie de casa sin que le cuelguen a otra.

Gracias por el relato. Un abrazo

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Lo formidable de esta pieza, Ely, es que has sabido llevar a un esquema de acción imposible toda la carga crítica que nos lleva a desear ser pingüinos en vez de humanos.

Porque, además, retrata perfectamente el escenario y sus actores, que no hacemos mucho más que quedarnos en el virgencita, virgencita...

¡Brillante!

Un abrazo,

Luisa Hurtado González dijo...

Pura fábula que nos avergÚenza, que envidia del protagonista quien, como se puede ver, ha tenido un compañero de altura, muy bueno, del que parece que no ha aprendido mucho.
Qué que hara? Nada, lo que ha hecho siempre, ni tan siquiera lamentarse. Mirará y punto.
Muy bueno

Nicolás Jarque dijo...

Elysa, este relato es una crítica a excelente a esa sociedad pasiva que sabe quejarse pero no actuar para cambiarla. Creo que ello se debe a aleccionamiento que nos han hecho durante tantos años los que les conviene algo así.

Pingüino no lo entiende, ni nadie, pero todos sabemos que algo de nosotros es YO.

Me gustó la ironía de este relato que pone los puntos sobre las ies.

Bessets.

Inma dijo...

Nostalgia de ser pingüino...

Ana dijo...

Tendría que dejar de ver el mundo desde la ventana. Como Pingüino.

Uff! Los humanos tenemos tanto que aprender...

Me encantó el relato, para despabilar a tantos hundidos en el "no te metás"

Un abrazo!

Miguel Ángel Page dijo...

Geniales esas cinco últimas líneas.

¡Viva pingüino!

Un beso

Juanlu dijo...

Es el cuento ferpecto para llevar a un aula y leerselo a los adultos :)

Callejeemos juntos.

Un besazo!!!

Miguelángel Flores dijo...

Qué bueno, Ely. Y quién fuera pingüino para poder volver.

Un abrazo de reencuentro.

CDG dijo...

Entiendo a ese pingüino. Miramos las aberraciones desde la ventana...sin saber que las ventanas, al final, también se ensucian.
Muy bueno, Ely. Con qué facilidad dices mucho.
Un abrazo.

Lola Sanabria dijo...

Levanta el vuelo y síguelo, seguro que aprendes a hacer algo, le diría a la protagonista.

Abrazos y besos volados.

RaulAQ dijo...

Deberíamos ir todos con los pingüinos y dejar solos a los políticos.
Un besazo.

Citizen_0 dijo...

Se confirma la posición de Pingüino, si. Sin embargo, no dejo de pensar si Pingüino no tuviera otro lugar a donde escapar, ¿seguiría mirando por la ventana? Creo que si, él también toma el camino fácil, el que sea un Pingüino no le exime de nada. Yo no soy muchas cosas por las que lucho.

Buena reflexión. Muy bien.

Sue dijo...

L.P. no estoy de acuerdo con tus palabras, no todos nos limitamos a mirar. Creo que generalizar no es bueno y decir que la gente no hace nada contra las injusticias tampoco, porque así lo único que se consigue es apaciguar a los que pudieran tener ánimo de lucha.
Perdón Ely que me meta en comentarios ajenos, pero es que me indignan esas generalizaciones.

A mi me gusta la gente que mira y actúa. Los que solo miran no me interesan, porque se pueden hacer muchas cosas, muchas, a nivel individual primero y colectivo después. Pero claro, es más cómodo mirar para otro lado y seguir con tu vida.

A ver si tu reflexión ayuda a algunos a ponerse en la lucha, Ely.

Besos.

Javier Ximens dijo...

Elysa, con este relato golpeas a todos los que estamos junto al pingüino. Unos relatos te salen bien, otros mejores, y en este te pasas. Aplausos. Dicen que son pájaros bobos y aún así este que nos traes es más listo. Además, es del sur.

Elena Casero dijo...

Una gran lección de pingüino, creo que nos quedaremos todos solos mirando por la ventana.

Mis felicitaciones por este relato tan lúcido.

Muchos besos

Susana Camps dijo...

Qué fábula moderna tan bien medida y bien contada, Elysa. Muy bueno el giro final hacia el narrador-lector. Abrazos admirados

María Eva Ruiz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
María Eva Ruiz dijo...

He borrado el anterior comentario por un problema a la hora de escribir y sin querer le dí a enviar.

Magnífico cuento que nos debe hacer reflexionar a todos y cada uno. Es necesario actuar y dejar la actividad contemplativa.

Me gusta tu blog, me quedo a seguirte.

Un abrazo grande,

María Eva.

maria dijo...

Gracias por esta reflexión. Hay que decidirse continuar mirando o que te golpeen cada día. Como siempre tu imaginación me admira.

Towanda dijo...

Quizá sea también algo pingüina porque comparto sus ideas.

¡Qué bueno, Elysa!
Un beso muy fuerte.

Carm9n dijo...

La cosa es no moverse y seguir en la ventana, verdad? Así nos va...
Besines,

Raquel G dijo...

Muy bueno lo que deja, lástima que en este momento, en Argentina, decir pinguino esta relacionado con ciertas personalidades d la política y de la mano con sus acciones... y de tanto marketing me costó sacarle a tu pinguino ciertas connotaciones actuales que posee en argentina, jajaja pero es una tema mío.
Besos

Miguel dijo...

Muchas veces no hacemos ni el intento de movernos, nos quedamos en la espera, en el quejido.
Sin intención no hay movimiento, sin movimiento no hay evolución, sin evolución no hay cambios.

Cómo siempre genial, Ely, tu forma de narrar.

Besotes gigantes.

MariCari dijo...

Mirar por la venta y pensar, porque no solo miras, si solo miraras sería más llevadero y soportable, pero... tu conciencia es digna y ello, te hace reflexionar, emocionarte, moverte, escribir, enfadarte (casi seguro) y lo peor... entristecerte (esto es lo que me duele a mi). Te deseo suerte en la búsqueda de compañía... en el caso de que no encuentres a nadie animado... un muñeco de trapo podía valer... total, en esta sociedad no sirve ni manifestarse... Bss

Humberto Dib dijo...

Una fábula triste y realista. Muy pronto el personaje ni saldrá a mirar por la ventana.
Un beso.
HD

Karras dijo...

Ese querida Ely, ese es el problema que muchos tienen. Se dedican a criticar en bares y pasillos pero luego son incapaces de acudir a una simple manifestación donde no se va a ver mermado ninguno de sus derechos. El eterno problema del ser humano. Sabio pingüino el tuyo. Un besote

TORO SALVAJE dijo...

Pingüinos, patos, perros, gatos, caballos, elefantes... todos son mejores que nosotros.

Besos.

puri.menaya dijo...

Desde la ventana miramos y no hacemos nada. Es hora de pasar a la acción.