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lunes, 6 de diciembre de 2010

Hematites



Hematites

“Recuerdo la primera piedra que llegó a mi vida, no soy capaz de rememorar quien me la regaló, pero sí su voz, puro terciopelo, como el tacto de aquel trozo de hematites que dejo caer entre las palmas de mi mano.
—Para ti, es como tú, imaginativa, estoy seguro de que siempre te acompañará.
La recibí con emoción, suave, brillante y deliciosamente redondeada, gris acero, que se deslizaba entre mis dedos como si toda la vida me hubiera pertenecido. Durante horas no pude parar de tocarla, la guardé como un tesoro y desde entonces me ha acompañado.”


Este es el inicio de un cuento que escribí hace unos meses, pero además estas frases proceden de una realidad, la mía. Es por eso que he decidido hablar primero de ella, para que la conozcáis.
Dicen de la hematites que es una piedra fuerte, apoya a las mujeres tímidas y expande la autoestima. Los babilonios usaban esta piedra para librarse de los enemigos ocultos y evitar la malignidad. También la conocen como piedra de la sangre porque ayuda a combatir la anemia.
Me gusta llevarla trabajada como pulsera, su contacto me relaja…

2 comentarios:

Loli Pérez dijo...

Ely, me alegra mucho que te hayas animado a publicar tus cuentos, o fragmentos de ellos. Este en especial me gustó mucho, incluso se lo mostré a una amiga y le encantó.
Gracias por compartir tus conocimientos sobre las piedras y esas piezas tan hermosas que sabes crear.

Muchos abrazos
L;)

Javier Ximens dijo...

Yo no recuerdo quién me regaló la primera, pero sí la última, que me acompaña siempre.
Besos, picapedrera