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miércoles, 28 de noviembre de 2012

También en el Cielo

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Llevo horas charlando con San Pedro, es un tipo muy tozudo, no hay manera de convencerlo de que no tengo ni idea de porque se ha caído el Cielo. Desde que ocurrió, la ciudad es un caos. Es difícil distinguir  a los vivos de los espíritus, apenas se diferencian, y es tanto el lío que no sé como actuar.
San Pedro me ha contado que estaba cerrando las puertas cuando sin querer activó un botón que nunca había reconocido, no tuvo tiempo de nada, lo siguiente que recuerda es encontrarse vagabundeando por las calles llenas de gente asustada. El pobre está acobardado al pensar que cuando se entere Dios lo va a despedir del cargo, aunque tiene claro que desde que automatizaron las puertas ya le quedaba poco allí.
Intento distraerlo con vaguedades, mientras pienso como voy a contarle, que fui yo quien convenció a Dios para que modernizara la entrada al Cielo.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Desaparecer

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Cuando yo era un niño, el edificio que se veía desde mi ventana era el motivo de mis pesadillas. Y aunque la cubría con la cortina para no verlo, era igual, durante toda la noche notaba un continuo ajetreo de idas y venidas sin cuidado, sin sigilo. En alguna ocasión llegué a atisbar con mucha cautela entre los pliegues del cortinaje, lo que veía era un constante transitar de personas, nunca salían en la misma cantidad que entraban.
Un día aquello acabó, el edificio pareció morir de olvido y dejé de verlo, como si no existiera.
De nuevo los malos sueños han regresado y el inmueble se ha vuelto omnipotente, siempre está ahí. Por el día los que entran a informarse sobre los desaparecidos parecen cargar sobre sus hombros todo el peso del mundo, los envuelve un halo de tristeza y pesar. Por la noche se repite el trajín de mi infancia, veo individuos que se adentran en su interior, siempre son menos los que salen.
Ahora alguien llama a mi puerta, la voz dice que tengo que acompañarlos, sé a donde me llevan. No quiero desaparecer.

martes, 13 de noviembre de 2012

¡Hasta aquí!

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Primero invadieron los vertederos, después se hicieron fuertes y poco a poco se apropiaron de las casas. El día que una de ellas se acercó, con pasmosa tranquilidad, hasta su plato de sopa,  utilizándolo como si de un estrado se tratara; fue cuando tuvo claro que debía actuar. Ya era suficiente castigo aguantarlas paseándose por todas partes, pero que una cucaracha le expusiera su discurso electoral, fue lo máximo que pudo aguantar. No necesitó más motivos para salir a la calle.

martes, 6 de noviembre de 2012

Permaneces

Imagen del blog esta noche te cuento



Miras con intensidad los tres reflectores que alumbran el quirófano. La violencia de la luz es tanta, que tienes que cerrar los ojos y bajo tus parpados empiezan a bailar tres estrellas que te seducen y te invitan a acompañarlas.
Dejas de percibir el frio de la camilla bajo tu cuerpo, te sientes liviana, flotas en una oscuridad que no asusta. Oyes la melodía que lo llena todo, te atrae, es la música del universo, lo sabes, te dejas llevar a través de las ondas que recorren esa inmensidad.
Una luz vivísima te toca, ves como en una película tu infancia, escuchas desde muy lejos risas, recuerdas y sientes las escenas de tu vida, estás fuera, pero también dentro. De pronto, todo se acelera como si te deslizaras por un tobogán infinito y no puedes retener ninguna imagen, se escapan como agua entre los dedos. Te estás disolviendo, convirtiéndote en polvo celeste, lo aceptas; así debe ser, sabes que no es el final. Formas parte de una cadena inmortal, que nunca acabará, mientras las estrellas bailen en el firmamento. Eres un eslabón más, te hicieron, has hecho y por ello permaneces.




Con este texto participé en la propuesta del mes de Octubre del blog “esta noche te cuento” La consigna era: tres estrellas. Podéis leer los textos que han participado pinchando aquí.