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Manuscrito encontrado en el décimo planeta de La Estrella Negra en el mes nuevo del Año 3391.
La nave aterriza y la multitud reunida contiene el aliento, una sombra de temor y expectación recorre los pensamientos de los que allí se aglomeran.
Las puertas de la embarcación espacial se abren y por ella desciende un extraño personaje. Apenas un metro de altura, piernas delgadas y cortas, enfundadas en unas calzas de un rojo intenso, y apoyada sobre ellas una inmensa cabeza verde llena de pelos del mismo color.
—Saludos habitantes de La Tierra, soy el Bardo Mayor, fiel súbdito de su Majestad “El Gran Banco”, vengo a comunicaros que tenéis un día para desalojar vuestro planeta, mi Señor precisa de él para construir el jardín de su nueva residencia de verano…
—Pero… pero… qué dice ese mamarracho… —grita alguien entre la multitud, todas las cabezas asienten con vigor.
—Repito, tenéis un solo día para abandonar vuestro planeta… o debido a las obras que se precisan para su reforma…
—¡Qué… qué demonios de heraldo eres tú…! — exclama otra voz anónima.
—Sólo un día para abandonar vuestro planeta, o aceptar la extinción, nada más tengo que decir. —exclama el Bardo, el tono de su voz ha sonado implacable.
Un murmullo de estupor recorre a la multitud, el desconcierto es general, nadie se mueve, tensión y temor se mezclan por igual entre los allí reunidos.
—Vamos a ver, señor Bardo Mayor… ¿es posible solicitar una audiencia con vuestro Señor? —dice un hombre, caminando unos pasos hacia el Bardo.
—Eso es imposible… mi Señor no admite demoras, lo que quiere, lo tiene. Como explicarlo… Él es dueño y señor de todo mundo conocido, una vez toma una decisión no hay marcha atrás. Nadie osa enfrentarse a su atrabiliario carácter, os conmino a abandonar este lugar inmediatamente. Las obras empezaran mañana. —grita el Bardo, emprendiendo el regreso hacia el interior de la nave.
La desbandada es total, todos corren sin sentido, sin saber exactamente que hacer, algunos simplemente se quedan donde están, tan estupefactos que son incapaces de reaccionar.
“Última entrada en el libro de memorias del planeta Tierra”