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Anécdotas de encuestadora III
—Buenos días, perdone que la moleste estoy realizando una encuesta sobre hábitos de compra, ¿dispondría de treinta minuto para atenderme?
—No tengo problema, a mí me gusta atender a todo el mundo, pero creo que no tengo ese tiempo.
—¡Ah, no se preocupe! Puedo volver en cualquier otro momento a lo largo del día, usted dígame cuando.
—¡Uy, eso va a estar complicado! Estoy suicidándome…
—¿Perdón…? Qué está haciendo qué…
—Me estoy suicidando, acabo de tomarme dos frascos enteros de pastillas para la ansiedad.
—¡Pero señora ¿Cómo se le ocurre hacer esa locura?
—¡Uy, hija! Si te cuento todo lo que me pasa no acabamos…
—¡Déjelo, déjelo! ¿Qué hacemos?
—Pues si quieres empieza con la encuesta y si no la acabamos la rellenas tú, yo no te voy a llevar la contraria…
—¡Será animal! ¡Lo que voy hacer es llevármela a urgencias…!
—¡Qué risa! En esta aldea no hay ni urgencias, ni médico, ni na.…
—Nos vamos con mi coche ¡pero ya mismo…! ¡Señora, señora! ¡No se me caiga por Dios! ¡Levántese, levántese…!
—Anda hija… toca en la casa de al lado… hay una como yo… seguro que te contesta… la encuesta…
—Yo la ayudo a levantarse, venga haga un esfuerzo, mujer… ¡Señora, señora…!
34 comentarios:
Me dan ganas de reírme. Buenísimo. Me figuro que podría ser real.
Un beso y feliz seman. Me voy a dormir no a suicidarme.
Besos Ely
Dios, lo que no haya visto un encuestador...será lo que no haya oído un teleoperador :D
Desde luego...y me quejo yo de las cosas que pasan en mi trabajo..
Qué frescura, qué diálogos, qué escena más divertida... y lo consigues todo en unas frases. TE admiro por ello ,yo seguiría y seguiría y pondría el número I y habría una segunda entrega y una tercera..... ya me concoes, jajaj.
Me ha encantado. Gracias por el momento, que aunque dramático, ha sido muy divertido a la vez. La cara y cruz de la moneda.
Besitos
Isa
Parece que necesitaba más la encuestadora a la la suicida, que ésta a la encuestadora. No le duele despedirse en esa última compañía - broma macabra del destino, no es desesperada quien es incapaz de esperar, sino quien es incapaz de prescindir de la esperanza de realizar la encuesta -. No habría que fiarse de los resultados de esas encuestas que sabemos cómo han empezado, pero no por dónde han de acabar y, menos aún, en época de elecciones...
Un beso, Elysa.
Yo me divierto leyéndote, y tú —lo sé— escribiendo. Luego, no pares. Desde luego es que no le dejan a uno ni suicidarse en paz. Como supongo que esto puede ser una serie, ves numerándolas. ¿Por cierto Elysa? Con tantas preguntas que hiciste en tu vida, alguna respuesta valió pena.
Besos y que estos días especiales pasen pronto.
Ya es mala suerte...
Que ponga No sabe/No contesta.
Besos.
Es de risa, no? jaja
Esto no será verídico, verdad?
Muy bueno Elysa!!!
Abrazos!!!
Estoy convencida de que la realidad siempre supera a la ficción.
Muy buena entrada, Elysa.
Un besote.
De todo hay en la viña del señor. Lo raro hoy es escandalizarse. Otro relato con el sello inconfundible de tu humor Ely.
Un beso!
No gana uno para sustos, madame. Menudo apuro encontrarse con tal papeleta. No, pero la señora al menos era sincera, ya que confesaba que se estaba suicidando.
Sus relatos siguen siendo muy divertidos, madame. Aunque no puedo asomar mucho por aquí estas semanas, ya me he puesto al día.
Bisous
Pero... pero... pero, mujer!! Deja ya ese trabajo, que te va a matar!!jajaja
Besines,
Bueno, bueno la pobre mujer resignada a morirse con toda la calma del mundo y la pobre encuestadora intentando salvarla, me he reido mucho, que sentido del humor!!!
Cuando se encuesta se lleva mas que un cuestionario en las experiencias...seguro que si...
divertido...
saludos,
Qué bueno! Eso sí, la señora es muy maja, aún suicidándose trata de atender en lo que pueda a la encuestadora.
Muy buen diálogo Elysa.
Besos.
Je,je. Qué humor negro tienes. Podría ser el comienzo de una peli de Woody Allen.
Además, me has dado una idea, creo que le diré eso a la del Círculo de Lectores la próxima vez que venga a darme la brasa.
Besos.
Dios, menudo trago. Pobre hija. Encima que seguro está mal pagada.
Besos, Elysa
Pero así, sin un café por el medio, tanta intimidad en la primera visita, no sé... yo para mí que esta señora no estaba muy católica esa mañana, juas, juas....
Bss..
Como método para librarse de las encuestas no sé si acaba de convencerme... ¡Solo puedes librarte de una!
Divertidísimo, como siempre.
Un beso
Ely tienes un talento especial para hacer cómicas las situaciones trágicas y con una soltura despampanante.
Me encanta leerte!!
Abrazos apretujaos a mogollón
L;)
Lo que se hace por no contestar a una encuesta...
Abrazos!
Disculpa el humor negro, pero supongo que no hacía falta la encuesta... los hábitos de compra de esa señora tendrían mucho que ver con los tranquilizantes...
un diálogo divertido. Una pena que acabara mal.
besos
Ojjtiaaaaaaa
interrumpiendo un suicidio !!!!
Casi es peor que interrumpir un coito...
...
pero se salva , o no?
Jeje.
Besos.
si es que la gente es de un inoportuno... no la dejan a una ni suicidarse a gusto!!!!!!! jajajajajajajajaja qué ocurrencias tienes!!!!
un besito
Menuda situación, Elysa. A partir de ahí puede pasar cualquier cuento.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Menuda situación, Elysa. A partir de ahí puede pasar cualquier cuento.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Sería para reirse si no fuera para llorar... Con todo, a mí me gustaría abandonar este mundo con una tranquilidad como la de esta señora. Besitos, querida encuestadora.
Jaja, muy bueno, me he reído mucho imaginando la escena. Hay trabajos que no están pagados, aunmque por otro lado es un técnica estupenda para librarte de vendedores a domicilio.
Una situación límite con un toque especial, ahora quién necesita a quién.
Estuve leyendo varios de tus textos y me gusta tu narrativa y manera de contar las cosas
Besos
Ingenioso gracias por compartir.
Te dejo mi saludo y deseo que tengas
una feliz semana.
un abrazo.
Me ha encantado el relato, Elysa. Son situaciones tan absurdas que, sin duda, pueden llegar a ser reales.
Un abrazo.
Je, je, je, me gusta. No conocía tu blog, voy a darme una vuelta por él antes de suicidarme.
Es un microrrelato delirante, de mucho humor y no sé yo si real o no, quizás sí. Muy bueno Elysa.
Un saludo.
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