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Si como
creo habéis hecho los deberes de la lección I, vamos al siguiente paso.
Con el vaso y la foto congelados esperaremos
el primer día de luna llena del mes y procederemos a realizar los siguientes movimientos.
Primero:
Nos proveeremos de un pequeño martillo o en su caso de un objeto contundente.
Segundo:
Sacaremos el vaso del congelador, esperamos unos minutos y con extremo cuidado
despegamos la foto, con la imagen boca abajo y la dejamos en alguna superficie
plana.
Tercero:
Cogemos el martillo u objeto contundente (no os calentéis la cabeza, una piedra
de buen tamaño, una maza de cocinar, etc.) y mirándolo fijamente nos
visualizamos en él. Muy importante: tenemos que ser y vernos en el martillo u
objeto.
Cuarto:
Ya somos el martillo, canalizamos en él nuestra rabia, frustración, todo
aquello que nos llena de ira y con decisión procedemos a golpear
sistemáticamente la foto, hasta conseguir, no importa el tiempo, que se rompa
en miles de pequeños pedazos.
Tras
este paso, necesitaremos un descanso. Intuyo, debido a vuestros comentarios a
la lección anterior, que nos habremos aplicado con sumo entusiasmo al noble
ejercicio de golpear con todas nuestras energías. Seguramente estaremos
acalorados y con algún que otro calambre en el brazo. Este intervalo lo
aprovecharemos para dedicarnos a imaginar de la manera más potente posible, las
mil y una perrerías que esperamos asolen la vida del sujeto.
Quinto:
En un recipiente metálico verteremos sobre el mismo todos los pedazos de la
foto, sin perder ni uno y a continuación
los quemamos con, y esto es importante, una cerilla de madera. Aviso para los
torpes: tened en cuenta la dirección del viento, no vayáis a liarla.
Sexto:
Cuando se conviertan en ceniza, soplaremos con fuerza y mentalmente diremos:
Adiós, adiós, (nombre del sujeto), deseo que desaparezcas de mi vida igual que
estas cenizas desaparecen con el viento.
Os
garantizo que, si habéis seguido correctamente los pasos, como mínimo esa noche
vais a dormir descansados y de un tirón. Y si como presiento unos cuantos de
vosotros optasteis por el mismo político o banquero… ¿quién sabe…?
Aviso
No se
admiten reclamaciones por dedos machacados o incendios. Se trata de un conjuro,
no de cargarnos a media humanidad.
Hasta
la próxima lección.