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jueves, 19 de septiembre de 2013

Anemia cultural

Ilustración de Catiak




Mi vecino el vampiro está bastante desanimado. Desde hace un tiempo cada vez que salimos a pasear en las noches de verano no deja de quejarse de lo mal que está todo. Me comenta que ya no puede alimentarse como antes, que tiene que rechazar algunos platos porque o están anémicos o apenas tienen sabor. Hoy me hablaba de su cena de ayer, totalmente insípida, decía. Eligió con mucha paciencia a un estudiante de último año de literatura, esperaba conseguir hartarse de buenas lecturas, lo único que encontró fueron faltas de ortografía y muchas lagunas lingüísticas en su flujo sanguíneo. Cada día está más consumido y lo único que hace es renegar de tanta estúpida ley que extermina los sabores de toda la vida. Lo veo muy mal e intento distraerlo de sus cuitas hablando de otros temas, pero por si acaso no le digo que estoy leyendo Drácula.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Soliloquio de un mordedor

Imagen de Google



He soñado que se me caía  toda la dentadura, estoy preocupado porque desde que el problema llegó tener una buena dentición es muy importante para sobrevivir. Mi mujer se ha reído cuando se lo he contado, no le ha dado importancia. No sé qué puede significar el sueño pero no dejo de pensar que no debe ser nada bueno. Perder mis dientes sería una catástrofe, no lograría cumplir con mi trabajo ni salir de caza con los amigos. Es problemático pertenecer al bando de los mordedores, no somos muchos, el día a día es difícil con tanto zombi en las calles. Hay momentos que de tanto engullirlos llego a atragantarme. Siempre tengo que llevar un traje de repuesto, son tan viscosos que nunca consigo hincarles el colmillo sin que me salpiquen sus jugos. Mi mujer dice que eso es porque solo se alimentan de comida de los contenedores y que debería estar contento de que existan tantos,  poder morderles y  dejarlos sin sustancia nos permite mantener nuestro estilo de vida. No me acaba de convencer esa explicación desde que los veo agruparse y protestar más fuerte,  tampoco me atrevo a decirle que una de mis muelas ha empezado a moverse.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Aficiones

Imagen de Google



Mi amiga Silvia tiene afición por los recipientes para contener flores y por coleccionar maridos, lleva cuatro matrimonios. Hoy me ha invitado a su casa para mostrarme su última adquisición, es un florero nuevo y muy original. También me ha dicho que le ha costado trabajo limpiarlo,  han sido necesarios muchos enjuagues a altas temperaturas para conseguir dejarlo totalmente libre de impurezas.
Mientras coloca el reluciente cráneo lleno de zinnias, intento razonar con ella que estas no son maneras de terminar un matrimonio y que hay formas más sencillas de coleccionar jarrones. No sé, el nuevo contenedor para flores es insólito, no voy a negarlo, pero me siento algo incomoda tomando el té junto al cuerpo decapitado de su último marido.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Desaparecer

Imagen de Google




Cuando yo era un niño, el edificio que se veía desde mi ventana era el motivo de mis pesadillas. Y aunque la cubría con la cortina para no verlo, era igual, durante toda la noche notaba un continuo ajetreo de idas y venidas sin cuidado, sin sigilo. En alguna ocasión llegué a atisbar con mucha cautela entre los pliegues del cortinaje, lo que veía era un constante transitar de personas, nunca salían en la misma cantidad que entraban.
Un día aquello acabó, el edificio pareció morir de olvido y dejé de verlo, como si no existiera.
De nuevo los malos sueños han regresado y el inmueble se ha vuelto omnipotente, siempre está ahí. Por el día los que entran a informarse sobre los desaparecidos parecen cargar sobre sus hombros todo el peso del mundo, los envuelve un halo de tristeza y pesar. Por la noche se repite el trajín de mi infancia, veo individuos que se adentran en su interior, siempre son menos los que salen.
Ahora alguien llama a mi puerta, la voz dice que tengo que acompañarlos, sé a donde me llevan. No quiero desaparecer.