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jueves, 20 de diciembre de 2012

Un cuento antes del fin del mundo

Imagen de Google




Un mal día

Siempre se ha dicho que unos nacen con estrella  y otros estrellados, pertenezco a estos últimos, leed mi historia y veréis si tengo o no razón.
Con la firme idea de suicidarme cogí la cuerda más fuerte que pude encontrar y me dirigí resuelto hacía un puente. Contemplé durante unos minutos el cielo y el paisaje que desde allí se vislumbraba, una visión hermosa, pero no lo bastante para frenar  mi decisión. Até bien la cuerda a la barandilla y encaramándome sobre ella sostuve con fuerza el nudo alrededor de mi cuello, y con los ojos cerrados me impelí al vacío. Lo siguiente que recuerdo es un terrible dolor en el cóccix y la agonía de intentar gritar mi sufrimiento. ¿Esto es morirse?, pensé, ¡qué raro! Al abrir los ojos contemplé el mismo paisaje que unos momentos antes y para mi consternación descubrí que la cuerda, ¡la maldita cuerda!, se había roto. Una parte colgaba del puente y la otra aún seguía en mi cuello, riéndose de mí. Fue tanta mi rabia que me dirigí al pilar más cercano y sin pensar me líe a darle golpes con mi cabeza, una y otra vez. Al cabo de unos segundos empecé a notar diminutos ríos de sangre que se deslizaban por mi cara. Me estaba hundiendo en la inconsciencia cuando oí el primer choff, después otro y otro hasta que la curiosidad fue tan grande que abrí los ojos y miré. A mi alrededor caían personas una detrás de otra, pensé que los golpes me habían trastornando, aquello era una locura. Al intentar asomarme casi me aplasta una señora gorda que caía a toda velocidad enseñando sus inmensas bragas de color carne, la esquivé por milímetros. ¿Qué estaba sucediendo? Refugiado bajo el puente contemplaba aquella lluvia de cuerpos, me dirigí hacía el más cercano, aún respiraba, y arrastrándolo para evitar que nos cayera alguien le empecé a dar palmaditas en la cara. Me miró alucinado, quizás sorprendido de estar vivo. ¿Se puede saber que está pasando? ¿Por qué se tira la gente?, le dije. Cerró y abrió varias veces sus ojos con una expresión de infinito asombro, a duras penas alcancé a oír sus palabras ¡Insensato! ¿No has oído las trompetas? ¡Es el fin del mundo! ¡El fin del mun…! Ya no habló más.
Y aquí estoy, sentado bajo este pasadero contemplando como cae la gente sin parar y sintiéndome el más ridículo de los mortales. Solo a mí se me podía ocurrir suicidarme el día del fin del mundo.



Micro que participa en la propuesta de Marina, del blog No me vengas con historias. Como queda una hora para ese fin del mundo, a lo mejor te apetece saber las ocurrencias de otros participantes. Puedes verlo pinchando aquí.

46 comentarios:

Zamarat dijo...

Muy apropiado para el momento, jajaja!!
Abrazo!

Patricia Nasello dijo...

No sé cómo lo has hecho, Ely, pero has conseguido darle un aire liviano a un tema espeluznante. Le has dibujado una sonrisa ambas catástrofes: la personal y la mundial.
Leyéndote, veo que el fin del mundo es cosa de broma. Mejor así jajajaja

Beso grandoT

Manuel Rebollar Barro dijo...

Suicidio colectivo y después, como diría, Peter Griffin, chocolatada.

Abrazotes póstumos

Acuática dijo...

Podría haber sido peor. Bueno no, no podría :P
¡Gracias por participar!

ESPERANZA dijo...

Pues sí, ha escogido mal día para suicidarse, ¡con la de días al año que hay!
Ah, no , que esto ya se acaba ¿no?

Besos y abrazos,

Ana Crespo Tudela dijo...

¿Y porqué no se deja aplastar por una de esas gordas? Una muerte ridícula, pero qué más da, mañana no habrá nadie que se ría.
Un beso

Ana Crespo Tudela dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Raúl Gómez Lozano dijo...

Total, que al final el mundo no se acabará y el pobre hombre se quedará colgado hasta los resto. Ya hay que nacer estrellado, ya. Un toque de humor negro para el fin del mundo. Bienvenido sea ;)
¡CADFDM leído!

Rosa dijo...

Plas,plas,plas buenísimo Ely!!!

Besos de fin desde el aire

NiñoCactus dijo...

Estoy de acuerdo con Patricia, logras una imagen curiosa y cómica de un momento dramático. Agilidad y frescura, haces que parezca facilísimo.
Un abrazo debajo del puente

Sandra Montelpare dijo...

Es dramático pero hilás muy fino el humor negro y eso lo hace una joyita! Magnífico, Ely. Saludos van!

Laura dijo...

¡Qué bien contado Ely!. Me gusta esta idea tontorrona de suicidarse justo cuando ya no era necesario.

Lo de la gorda cayendo con sus bragas ... ¡es de traca!. Con lo fácil que lo tenía dejarse aplastar. Aunque habiendo nacido estrellado ¡quién sabe si con una sola "gorda" le bastaría!.


Un beso Elysa. Me ha gustado mucho.

Yolanda Almansa Saura dijo...

Me has arrancado una sonrisa mientras tomaba café. Me gustó mucho tu relato. Un abrazo.

TORO SALVAJE dijo...

Bragas color carne...
Te lo podía haber ahorrado eh?

Besos.

Ana dijo...

Nunca hubiera imaginado un apocalipsis tan diverido , Ely.
Un beso

Ana dijo...

Perdón, quise decir divertido ¡ups!

Nicolás Jarque dijo...

Ely, si tiene calamidad tu personaje, aunque claro elegir suicidarse el día del fin del mundo tiene delito.

Muy divertido y muy visual.

Felices fiestas.

Bessets.

La Dame Masquée dijo...

Pues ya hay que ser gafe, madame, para no ser capaz de morirse ni el día del fin del mundo!

Nosotros intentaremos disfrutar de las horitas que nos queden.

Felices fiestas!

Bisous

Dorothy dijo...

Jajajajajaja... Lo que le pasa a este hombre tiene dos explicaciones muy lógicas: a) Ley de Murphy b) si después de la muerte a los suicidas les espera el infierno, él ya está en su infierno, todo el mundo muriéndose y él, que quiere morirse, debe vivir viendo a los demás cumplir su deseo.

Un besazo
Fabuloso, como siempre

Loli Pérez dijo...

Qué arte tienes escribiendo Ely!!

Con cuanta ironía, detalle y humor describes un suceso trágico.

Mis sinceras felicitaciones, cada día escribes mejor.

abrazos a trillones

Arte Pun dijo...

Buena historia Ely. Tu personaje ha conseguido el negativo de su planteamiento, son caras de la misma moneda.

Gracias por el relato. Besos

Lola Sanabria dijo...

Humor negro del bueno. Me gustó mucho.

Abrazos a tumba abierta.

virgi dijo...

No siempre acertamos con nuestras decisisones. Y menos si el destino ya estaba tan universalmente marcado.
Mi primera sonrisa del día, gracias.
Besos

F dijo...

¿El detalle de las bragas era estrictamente necesario. Ja ja ja

mariajesusparadela dijo...

Lo mejor es que haya caído de culo, porque ese dolor que sintió lo delata. Mucha gente va toda su vida así, de culo; incluso en el hecho de ser el único que vive en el fin del mundo. Muy bueno.

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Excelente texto; y simpático, sobre todo cuando se aparta de la trayectoria de la señora gorda con las bragas color carne que, si le hubiera alcanzado, habría conseguido hacer realidad su propósito, jejeje...
Estoy algo ausente estos días por los blogs, pero he visto sus visitas. Muchas gracias por su maratón por mi blog. Espero que se lo haya pasado bien.
Un abrazo y Felices Fiestas.

Miguelángel Flores dijo...

Qué bueno, Ely. Me parece de los mejores que he leído de esta inciativa. Fíjate, no habría más días para tirarse...

Un abrazo,

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Me sumo a lo apuntado por Patricia, Ely; el oficio con el que introduces el humor en la historia hace que el micro gane en calidad. Brillante el uso de los detalles -como esas bragas color carne- y buena apuesta por la paradoja que me hace dudar de si -llegado el momento- querría o no morir.

Un beso.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Todo por no centrarse en lo que hace, si hubiera seguido con los cabezazos...
Me gustó mucho.

Javier Ximens dijo...

Contigo da gusto suicidarse. Lo que me he reído, casi me muero. Es que además es muy visual, ese llover suicidas embragados y evitar que te salpiquen. Un abrazo, suicidaora.

Elena Casero dijo...

muy bueno Elysa. Esta vez no te has cargado a muchos políticos. Gracias por venir a la presentación

Un beso

Elena Casero dijo...

muy bueno Elysa. Esta vez no te has cargado a muchos políticos. Gracias por venir a la presentación

Un beso

Puck dijo...

jajaja muy bueno. Gracias por la sonrisa.
saludillos navideños

Juan Yanes dijo...

Un saludo Elysa y un abrazo. Te deseo todo lo mejor. Menos mal que se rompió la cuerda.

Cabopá dijo...

Extraordinario y magistralmente contado...

Has sabido unir el drama y el sarcasmo e ironía..

Me ha gustado un montón. Yo sí hubiera que votar lo tengo claro.
Besicos

Humberto Dib dijo...

Elysa:
Con este mensaje un poco generalizado, lo reconozco, ya que no tengo otra forma de llegar a todos los amigos, quiero desearte Feliz Navidad.
Un fuerte abrazo.
HD

mientrasleo dijo...

Un cuento tremendo! Me ha encantado
Un beso y felices fiestas, me pasaré también a felicitarte el año

Pedro Alonso Da Silva dijo...

Tú, Ely, a diferencia de Shamalán, conviertes el suicidio colectivo una situación jocosa, con bragas color carne y todo. Hacía tiempo que no conocía a nadie con tan mala suerte como el protagonista de tu relato. Gracias por arrancarme una sonrisa.

Un abrazo y felices fiestas.

LA ZARZAMORA dijo...

Me arrancaste la sonrisa.

Un beso, Elysa.

Y Felices Fiestas.

MariCari dijo...

¡FELIZ NOCHE! Bss desde Un Jardín para MariCari y por supuesto, para ti.

joseluis dijo...

Solo a ti se te podía ocurrir una catástrofe que no termina de ocurrir. Serás ocurrente :-)

Un beso

ernesto ortega dijo...

Pues sí, a quién se lo ocurre. Lo de suicidarse siempre es mejor dejarlo para mañana. Besos navideños.

Miguel dijo...

Ay, Dios, Ely qué sonrisa acabas de sacarme y eso que yo soy duro de pelar respecto al humor.

Soberbio, genial y ... ¡qué más te voy a decir!

Un besote gigante

Francesc Barberá dijo...

Mirar al cielo y ver caer a una gorda con unas inmensas bragas de color carne, eso es el apocalipsis.

Un beso.

Miguel Ángel Page dijo...

Genial esa idea de contraponer el fin del mundo a dos niveles personal y global. Luego todo el humor que lo salpica termina de mejorarlo.
Enhorabuena.
Un saludo

carmelo dijo...

Muy bueno ....Me gusto mucho