Abrazados les llega el amanecer y les sorprende la
luna mirándose, con ese amor que los años han fortalecido, que no precisa de retóricas
para saber lo que cada uno está pensando. El mismo que les sustentaba en los
tiempos difíciles, el que ahora les da fuerzas para seguir adelante. No
necesitan palabras para decirse todo lo que se quieren, todas las cosas buenas,
regulares y malas que han sorteado, siempre juntos de la mano. Y tumbados en la cama donde tantas veces se han amado esperan
que todo concluya. Juntos han vivido y así se han de ir. Es un buen día, deberían
celebrar sus bodas de oro, pero esa carta que reposa arrugada entre sus
cuerpos, ha torcido con una crueldad aséptica todos sus planes. Los ojos de
ella se cierran primero, él la abraza aún más fuerte.
Con este micro participo en la Primavera de Microrrelatos Indignados 2013. Si queréis conocer más micros indignados seguir este enlace pinchando aquí