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Mi
abuela tenía la rara habilidad de apaciguar los ánimos exaltados. A veces la
escuchaba mediar con humor en las rencillas que se creaban y otras tan solo
cabeceaba dando a entender que estaba prestando atención, con eso bastaba para
que todo volviese a su cauce.
Era una
mujer muy tranquila, aunque la buscaran en la noche no se alteraba, les hacia
ver que ella tenía derecho a dormir y que debían esperar a la mañana. Mi abuelo
no llevaba muy bien ese continuo asalto a su intimidad y por mucho que su
mujer le explicara que nada podía hacer para impedirles entrar en la habitación,
no conseguía evitar los constantes rezongos del hombre.
Hace
años que ambos murieron, pero la abuela aún me ayuda de vez en cuando a poner
paz entre los difuntos que cada día me visitan.
39 comentarios:
...y además parece que la abuela fuma, mientras espera a que lleguen los de allí
¡Menuda herencia para la nieta!
Es muy bueno tu ¿micro-ficción?
Siempre me sorprendes querida amiga.
Besicos salados desde el Mar Menor
Y yo creo que no fuma cualquier cosa, por la risa que le da...Qué suerte tienes, tener esa ayuda.
(muy, muy bueno)
La abuela es una mujer de muchos recursos y sabiduría. Me encanta cada vez que te leo y en tan poco espacio creas un verdadero cuento, lleno de imágenes y emociones.
Abrazos apretujaos
Estupenda abuena y qué bueno que a la vez que te dejó su herencia, también te sigue ayudando, igual ella estaba tan serena porque también tenía una abuela que la ayudaba y la aconsejaba.
Besos Elysa, muy buena historia.
Una abuela muy especial.
Ely, me ha gustado la aclaración sobre el orden que impartía la abuela: original.
Una vuelta de tuerca amable y ultrasensorial.
Buen micro.
Un besoooo
Es curioso que la semana pasada el micro era más terrorífico y en este caso más entrañable y humorístico (los rezongos del abuelo) A ver si aparece más veces esta abuela que se lo merece. Un abrazo.
Te dejó una buena herencia... o no tan buena, según se mire, porque si han de molestar todos y cada uno de los días no sé yo.
Aunque si eso sirve para que puedas hablar con ella de vez en cuando, creo que vale la pena.
Genial relato, también con sus toques misteriosos, pero con un toquecito familiar y personal.
Besitos mediterráneos.
Ji,ji....lo etiquetas ¿ficcion? con interrogaciones ...¡ay madre Elysa! que tú tienes muchos poderes del más allá por lo que deduzco. ;)
Las herencias hay que conservarlas, al igual que la sabiduría, las enseñanzas y los buenos momentos que nos prestaron. Si además hay ayuda extra ...¿qué más quiere la nieta?.
Preciosa mini-ficción Ely.
Un abrazo muy fuerte.
Tu abuela lleva muy por delante eso del matriarcado ¿no? Por lo que veo es de las que se resiste a dejar su rol aparcado en otra vida, pero bueno, si te sirve de ayuda... bienvenida.
Muy peculiar ¿ficción?
Besitos.
Y la abuela no es la única visitante. Qué vuelta de tuerca, Ely! Inquietante... sobre todo por esa etiqueta ¿ficción?
Abrazo grande!
Perfectamente comprensible, perfectamente, a mi aún me peina las trenzas... bueno, siento esas caricias en mi mente que es lo mismo pues consiguen engañarme y me calman... Bss
Pues yo diría que ya lo había leído...Me gustan tus relatos de misterio, de miedito,o miedazo; si, es un placer leerte.
Un abrazo
Muy bueno. Elysa, y muy bien llevado. En el primer párrafo nos presentas a la abuela con su habilidad. En el segundo, como lector ya empezamos a sospechar pues el abuelo no anticipa que las visitas pueden ser nocturnas y se meten hasta en la alcoba. El cierre es muy divertido, además, los que te conocemos sabemos que hay algo de autobiográfico (jeje). Extraordinario el acabado. La foto muy divertida.
Besos desde el calor vallekano.
Cuando iba a escribir mi comentario vi que en la etiqueta pusiste: ¿ficción? Así, entre signos de preguntas.
Uy. Que duermas bien esta noche, Ely, y también todas las que sigan, jajajaj
Precioso micro!
Con el frío que está haciendo en Argentina, viene muy bien esta cálida sonrisa.
Besos
Muy bueno, Ely...
¿me puedes prestar a tu abuela este invierno?
Un abrazo
Ya no se hacen abuelas así....
Excelente, Elysa.
Un micro de estructura clara, diáfana, sin flecos ni trampas. Buena elección de la voz narradora para contar una historia que -tal como etiqueta su autora- nos hace preguntarnos si es ficción.
Gran trabajo.
Un beso.
Elysa, la historia se repite y al igual que a la abuela la visitaban las almas errantes, a la protagonista también. Gran cierre del relato, con esa vuelta al inicio.
Me gustó mucho.
Bessets.
A veces ocurre que un espíritu permanece incluso dentro de nosotros. Lo que me desalienta es comprobar que en el más allá aún hay conflictos. Entonces, me pregunto, ¿cuando nos muramos seguirá subiendo a diario la prima de riesgo y, como me temía, seguiremos debiendo dinero? Besitos, querida amiga.
Parece que ha heredado un don que no estaría yo segura de que fuera una bendición. Yo, por si acaso, no querría herencias como esa! Aunque supongo que una se acostumbra a los difuntos.
Buenas noches, madame
Bisous
Me gusto ese paseo por la vida y la muerte y esa entrañable pareja de ancianos. Me cayó bien esa abuela, nos la has presentado con cariño y llena de sabiduria.
Un beso.
En otros tiempos los abuelos gozaban de más respeto, sus opiniones eran valoradas y servían de referencia. Tú haces uso de esas buenas costumbres.
Un abrazo
No es ficción, estoy convencida de ello.
Un abrazo muy grande, Elysa. Me gusta cómo escribes. Es relajante.
Últimamente yo también creo que hay algunos difuntos rondándome. Supongo que cuanto más te relacionas con la muerte, cuando por desgracia más la has visto y sentido, sientes a tus muertos más cerca. Y empiezo a pensar que no es malo...
Me ha encantado, Ely.
Un besote
Un relato magnífico. Qué tienen las abuelas que están sin estar...
Besos
Gran espíritu el de la abuela. El terrenal y el celestial.
Un abrazo, Elysa
Muy bueno, Ely, una herencia interesante!
Genial como siempre Ely. Todos esperamos otra cosa y en el final consigues la sorpresa. Me encanta la forma tuya de escribir, ya te lo he dicho otras veces pero es que es verdad. Siempre se me hace corto el relato. Un besote.
Qué bonita historia!! Abrazo!!
Como alguien ya dijo, tierno, muy tierno...fuerte tu abuela, de las que dominan la vida, y la muerte :)
Un abrazo terrenal!!
Muy bueno Ely. menos mal que tienes a la abu, para que te echo una mano, que los muertos de hoy en día son muy vivos.
Un besazo, princesa.
Entre fantasmas anda el juego. Y la abuela sabía jugar mejor que nadie.
Me gustó mucho, Elysa.
Besos desde el más acá.
No hay como las abuelas. Mi abuela materna, Aquilina, me sigue visitando, me habla, me pregunta, me cuenta cosas. En la oscuridad de cada una de mis noches ella viene y enciende una lucecita.
Hermoso micro, amiga!
Un beso!
Hay abuelas y abuelas, con o nos dones, pero lo cierto es lo que uno crea. Si mi abuela tuviera una rueda... o si tuviera una escoba...
Genial tu relato, una visión diferente de una abuela diferente.
Bss
Una abuela sin par, sin lugar a dudas.
La imagen además te lleva de la mano...
Quiero agradecerte, tu último comentario en mi blog. He estado alejado varias semanas y he tardado mucho en contestar, por lo que te pido disculpas por mi descortesía.
un abrazo.
No ha muerto.
Vive en ti.
Y te ayuda.
Besos.
Joder Elysa siempre me sorprendes.
Me encanta.
¡Qué sufrimiento el heredar un poder así!, debe ser estresante.¡Qué poca intimidad dan los muertos!.
Besos.
Eres una genia Ely...:)
Besos desde el aire
Amores que no mueren... Estupendo, como siempre!
Besos,
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