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Cuando yo era un niño, el
edificio que se veía desde mi ventana era el motivo de mis pesadillas. Y aunque
la cubría con la cortina para no verlo, era igual, durante toda la noche notaba
un continuo ajetreo de idas y venidas sin cuidado, sin sigilo. En alguna
ocasión llegué a atisbar con mucha cautela entre los pliegues del cortinaje, lo
que veía era un constante transitar de personas, nunca salían en la misma
cantidad que entraban.
Un día aquello acabó, el
edificio pareció morir de olvido y dejé de verlo, como si no existiera.
De nuevo los malos sueños han
regresado y el inmueble se ha vuelto omnipotente, siempre está ahí. Por el día
los que entran a informarse sobre los desaparecidos parecen cargar sobre sus
hombros todo el peso del mundo, los envuelve un halo de tristeza y pesar. Por
la noche se repite el trajín de mi infancia, veo individuos que se adentran en
su interior, siempre son menos los que salen.
Ahora alguien llama a mi puerta,
la voz dice que tengo que acompañarlos, sé a donde me llevan. No quiero
desaparecer.
37 comentarios:
¡Ay, Ely, qué mal rollo!
Muy bien conseguida la atmódfera de misterio y miedo, de ansiedad y fantasía, de querer y no querer conocer la verdad.
Me has hecho recordar mis miedos infantiles (que realmente siguen ahí, irracionalmente).
Un beso grande.
A.M.A.
Ely consigues un relato inquietante, mostrando como el edificio se traga a la personas y las hace desaparecer, hasta llegar al narrador.
Aterrador!
abrazos a millones
Pues sí, has conseguido el miedo y el temor.
Tienes un ritmo narrativo muy elocuente y usas las palabras en su justa medida.
Has conseguido que tu "desaparecer" no desaparezca...
Besicos,Elysa
Uff, vaya sueño más chungo. Yo de ti le daría con la puerta en los morros.
Besitos
Qué inquietante y desasosegante el relato de hoy, Ely!
Besines,
Ay, yo tampoco querría... Un lugar feo, frío, del todo extraño. Habría que redecorarlo, puesto que todos habremos de pasar por allí.
Magnífico relato, ely, creas la atmósfera más apropiada para producir ese mal rollo... Besos.
yo no iría. Es un relato inquietante Ely, aun sabiendo el final.
Muchos besos
Hay que resistir, siempre. Rebelarse contra las desapariciones.
Abrazos, muchos.
Elysa, con una atmosfera de tristezas narrar una historia cíclica. Lo que ocurría en ese edificio (desaparece de personas) y era presenciado por el niño deja de ocurrir después, para años posteriores volver a aparecer. Estás hablando de muchas cosas, ninguna buena: Hambre-prosperidad-hambre; franquismo-democracia-franquismo. Ese edificio es una gran metáfora de muchas cosas que están desapareciendo, es una patera de vuelta, que tarde o más bien temprano nos está tragando.
¿Quién se presta de manera voluntaria a desaparecer?
Un micro gótico muy bien construido, Elysa.
Abrazos y besos a granel.
Pesadillas recurrentes que cada vez se parecen más a la realidad.
Un beso
¡Uf! De lo más inquietante y terrorífico que te he leído nunca Ely. Me ha gustado muchísimo.
Un besazo
Ely, inquietante y "narcisoibáñezserrador" tu micro: historias para no dormir. Consigues que afloren esos miedos infantiles que todos llevamos dentro.
Bien marcado el ritmo de la historia.
Un beso.
PD: esta noche voy a buscar mi antiguo peluche para dormir.
Da mucho miedo Ely, más por lo que se intuye...
Besos desde el aire
Y a mi que me recuerda a la eutanasia. Ya lo creo que da miedo. Yo tampoco quiero desaparecer
Bss
Un micro con cierto perfume borgiano, por lo que a su circularidad se refiere, Ely, en el que te vales de una metáfora muy bien presentada, y el anndamiaje de un elisión muy bien dosificada para que cada lector elija hacia dónde diirigirse.
Tal como apunta Ximens, podemos tener infinidad de interpretaciones, dependiendo de gustos, pareceres, creencias e -incluso- procedencia. Estoy convencido que no leería igual el micro un lector si pertenece a uno u otro hemisferio.
Gran trabajo, sin duda.
Un beso.
Estupendo e inquietante relato Ely, me ha asustado desde el comienzo, ya el miedo del niño vaticina un desastre tras las ventanas de ese dificio.
Un abrazo grande para curar el miedo.
No es extraño sentirse aterrado viendo esa casa. Allí vive Norman.
Un saludo.
Qué inquietante.
Deja un regusto contradictorio: dan ganas de seguir y de no seguir leyendo. Tienes una atmósfera casi sin describir, bien.
Saludos
Inevitable asociarlo al contexto histórico argentino y duele, sí duele... La atmósfera, un lujo!Saludos van ,Ely
Has creado un ambiente inquietante un terror que vuelve otra vez. Buen micro de desaparecidos. besos
No abras la puerta, por Dios, y... ¿por qué no te cambias de casa?
Elysa, es este relato de desapariciones tan turbador que ahora tengo miedo a abrir la puerta. Es una gran evasión a no sé sabe donde, pero no querría para mí.
Muy bien recreado.
Bessets.
Misterioso, sugerente y perturbador. Creo que esa atmósfera de ansiedad tan lograda (todos la hemos experimentado en sueños similares) es extrapolable a cuestiones íntimas o sociales, y que eso da un valor añadido al texto.
Abrazos admirados
Jobar Ely siempre consigues inquietarme hasta lo insospechado. Que precioso relato teniendo en cuenta que todos hemos conocido algun inmueble de parecidos rasgos jajaaj. Un besazo. Por cierto soy Karras.
Un texto angustioso. Todos somos el niño que sueña.
Muy bueno, Elysa. Te estás volviendo una experta en este tipo de cuentos de terror.
Besos.
Estimada Ely, me quedé sorprendido por tu relato, con unos cuantos trazos, justamente como lo haría un pintor consumado nos haces vislumbrar el suspenso de una historia llena matices muy variados. No obstante, desde mi punto de vista (un poco miope) el relato pierde fuerza al repetir lo de los desaparecidos ("Nunca salían en la misma cantidad que entraban"..."a informarse sobre los desaparecidos"..."que se adentran en su interior, siempre son menos los que salen") De alguna esa repetición en tan breves líneas, nos advierte sobre la contundencia que debería tener el final. Pero no me hagas mucho caso, esa es mi humilde opinión. Saludos
Inquietante... Me ha dejado con una sensación rarilla...
Abrazo!
Si querías que me fuera a dormir angustiada ¡lo has conseguido! Ely. Mira que es difícil crear estas atmósferas de misterio, porque dicen que ya estamos de vuelta de todo y nada será como en el siglo XIX...pero ...yo creo, que si se lee con atención ...te llevas un regustillo de miedo que bien vale ¡un aplauso!.
Besos Ely. Perdona lo despistada que estoy contigo, ¡no sé por qué no se me actualiza el blogroll o como se llame!.
Uffff... Qué inquietante. Supongo que en cierto modo es una metáfora, lo cual le da un segundo nivel de lectura, pero la impresión nada más leerlo, es de una desazón terrorífica.
Me ha encantado.
Un beso, Elysa.
Siempre existen heterotopías con esa función. El halo que le has conferido es extraordinario. Muy bien, Ely.
Siempre cabe la rebelión. A veces resulta, y merece la pena intentarlo. No cree, madame?
Buenas noches
Bisous
Ostras Ely, que bueno el relato!!! entre infancia y no... me ha parecido una maravilla
Besos
Será algun banco... cargado de hipotecas pendientes de pago, o tal vez el edificio del inem...
Cada día se tragan a mas gente, con sus tragaderas inmensas, llevándoles sin remedio a la tristeza.
Besos mediterráneos.
Debo decir que si en el anterior me has sacado una sonrisa aqui me has dado escalofrío.
Con que habilidad consigues meternos en ese sueño e inundarnos de terror.
Tiene mil interpretaciones, aunque tu solo la sabes, no obstante me quedo con ese desasiego que impone el sueño.
Besoteeee giganteeeee
Este acojona eh?
Yo no quiero entrar en ese edificio.
Algo malo se cuece dentro.
Besos.
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